Los últimos días nos hemos encontrado en redes sociales un debate sin parangón respecto a la nueva propuesta de ley que pretende regularizar el consumo de cannabis en nuestro país. La premisa es simple: se pretende regular un consumo que ya existe y que actualmente está en manos de mafias que en muchos casos cortan con otras sustancias ese cannabis. Obviamente lo ideal sería la abolición del consumo (no medicinal) de drogas de todo tipo, sin embargo se ha demostrado que la prohibición no es una garantía de esta abolición, todo lo contrario.