El diadismo parte de la necesidad de definir una idea extendida en nuestra sociedad, la de que los cuerpos son obligatoriamente "masculinos" y "femeninos", así este término es acuñado para definir aquella creencia de que el cuerpo válido es el diadista (no intersexual), lo que supone en sí mismo la imposición de que el cuerpo de las personas intersexuales es erróneo, minoritario y/o aberrante. Todo eso conlleva a que no se informe sobre este tipo de cuerpo, se realicen cirugías de reasignación a niños, niñas y niñes sin su permiso y muchas veces sin que lo lleguen a saber nunca; se someta a menores a hormonación para hacerles encajar en el sexo asignado, entre otras cosas muy alejadas de los derechos humanos y de los derechos de la infancia.