Cuanto más subimos en cualquier escalafón social, económico, académico o laboral se puede apreciar la falta de mujeres, personas LGTBIA, personas racializadas o personas discas, y la literatura no es algo que esté a salvo de esta discriminación. Todo el ocio y literatura, se ve influenciado por la sociedad en sí, y simplemente pensar que una personaje pueda ser LGTBIA, discapacitado, racializado o una mujer no canónica, se entiende como "correción política" y es fuertemente criticado como si fuera imposible la existencia de estos personajes. Pero es que con los, las y les autores pasa exactamente igual, no se concibe que una autora pueda ser brillante en un campo no feminizado, que haya autores discas, LGTBIA o racializados, etc.