Las últimas semanas hemos sido testigos de múltiples agresiones contra el colectivo LGTBI. Contra los derechos de las personas por ser y por estar en el espacio público en libertad. Curioso que varias de esas agresiones hayan sido en aquella ciudad que ha hecho de la libertad su bandera, pasando por encima de los servicios públicos, la seguridad de la ciudadanía y los derechos sociales. Han sido semanas en las que salir a la calle para muches de nosotres significa ir con miedo y con mil ojos. Semanas en las que las manifestaciones se han impulsado por todo el país e incluso a transgredido a la escena internacional en países como Portugal, Francia o Gran Bretaña. Todes hemos salido a las calles por los derechos del colectivo Queer y por aquellos derechos que ya teníamos y que el discurso fascista de la ultraderecha ha hecho ver cómo privilegios que no deberíamos tener. ¿En qué momento puede parecernos justo negar derechos humanos a las personas?
Movimiento Queer-Crip: Nada sobre nosotras, sin nosotras.
Dentro de los diferentes movimientos sociales, todos sin excepción, tienen un hueco dentro de la lucha por los derechos en torno a la disidencia sexual y de género, pero a pesar de que muchos de esos movimientos son altamente visibles, las personas discapacitadas caemos de nuevo en el olvido.