Ciclo Menstrual: Una guía queer, trans e intersexual.

Nota de la autora: Este artículo intentará aportar información sobre ciclos menstruales no normativos, sin embargo me veo en la obligación de indicar que la mayoría de la investigación ha tenido que ser a través de situaciones intersexuales. Ya que respecto a las personas trans endosexuales no hay información recabada. Sobre todo me he basado en mi propia condición intersexual (Síndrome de Rokitansky-Kuster-Hausser), ya que es variable y da condiciones similares a muchas realidades trans y no binarias. Espero que aunque este artículo no sea perfecto, sirva de ayuda para que nadie más sufra la desinformación que sufrí yo en mi adolescencia sobre mis propios procesos biológicos.

Ariana Alonso Celorio, activista intersexual, entre otras cosas.

Hay muchísimos conceptos erróneos en torno a lo que significa «ciclo menstrual» para la realidad biológica. Es un conjunto de procesos físicos, fisiológicos y hormonales que pueden ocurrir todos juntos o no. Es decir, todo el mundo asume que el ciclo menstrual tiene como fin la regla, el sangrado, que ocurre cada 28 días aproximadamente en una persona sana (de hecho suele relacionarse únicamente con mujeres cis sanas). Sin embargo, esto no es así: hay personas intersexuales que tienen todos los procesos de este ciclo salvo el sangrado. Hay personas trans o no binarias que tienen todos los procesos de este ciclo sin el sangrado o la ovulación; y también las hay que tienen absolutamente todos los procesos. Hay muchísimas realidades en torno a nuestros genitales y todas ellas son naturales y válidas. Es necesario que hablemos de que existen para que podamos dejar atrás el estigma en torno a nuestros cuerpos y nuestros procesos. No necesitamos crear un misticismo alrededor de la regla como pretenden que hagamos, pero sí eliminar el miedo que surge del desconocimiento. Porque no saber lo que nos ocurre es lo peor que nos puede ocurrir cuando se dan cambios en nuestros cuerpos.

Tenemos que entender que los procesos biológicos no obedecen a una realidad inmutable, son diversos y cambian incluso a lo largo de nuestras vidas. La biología no es una realidad universal única, la ciencia no es algo rígido y estanco, sino que dentro de la ciencia existe muchísimos condicionantes, incluidos ambientales, hormonales, de edad o físicos que producen cambios en nuestros procesos. No somos anomalías que no deban tenerse en cuenta. Simplificar la biología sirve para que se entienda en las escuelas, pero fuera de ahí no se debe simplificar porque caemos en ignorar realidades. Así que vamos a hablar de diferentes vivencias y sus procesos en torno al ciclo menstrual.

Tenemos que entender que los procesos biológicos no obedecen a una realidad inmutable, son diversos y cambian incluso a lo largo de nuestras vidas. La biología no es una realidad universal única, la ciencia no es algo rígido y estanco. #CicloMenstrual

Imagen de cada parte del ciclo menstrual y lo que ocurre en cada sección. Empezamos con las fases por días, debajo la temperatura según el momento, después los niveles hormonales de cada hormona, el ciclo ovárico y, finalmente, el ciclo uterino.
Animación en la que se ve un útero y ovarios en el que se produce el ciclo (con sangrado), caso más frecuente de la menstruación pero no el único.

Con útero y sin ovarios

Hay personas intersexuales, no binarias y trans que tienen útero y que por lo tanto también tienen el sangrado dentro de los procesos menstruales. Pero no siempre es el mismo ciclo que una mujer cis sana, aunque esa sea la idea principal que se tiene al respecto. E incluso cuando se trata del mismo proceso (personas que deciden no hormonarse con testosterona), las respuestas al mismo pueden ser diferentes por disforia, por las situaciones socio-económicas a las que se somete al colectivo o por muchos otros condicionantes. Pero muchas veces esas diferencias residen precisamente en que hay personas que, por el motivo que sea, no tienen ovarios o estos no son funcionales y por lo tanto no generan las hormonas necesarias para el ciclo menstrual. Aquí nos encontramos con sangrados aislados, que no suelen obedecer a un ciclo regular, que pueden ser realmente dolorosos y que se acompañan de otros síntomas que suelen ser bastante determinantes, como: acné, vello facial, problemas en la piel, aumento de peso y puede producir problemas de resistencia a la insulina que aumenta la predisposición a la diabetes. Evidentemente hay muchos efectos secundarios de estas realidades que, si no son deseadas (como la barba), producen mucho rechazo con nuestro propio cuerpo y dolor.

Cuando se trata de personas trans en tratamientos de bloqueadores y testosterona, puede asustar al principio ver que de pronto se coge una cantidad ingente de peso sin motivo aparente o que aumenta el acné en la piel o problemas preexistentes en la piel se vuelven más molestos. Más aún si nadie avisa de que estas cosas ocurren y que es algo completamente natural y normal. Que no hay nada malo en estas consecuencias de las hormonas, siempre que sean un proceso elegido y deseado. También hay que tener en cuenta que muchas veces el sangrado no desaparece por completo hasta que el cuerpo se acostumbra a la terapia de bloqueadores y la testosterona. Es importante saber también que ningún proceso de esta índole es erróneo o antinatural. Todo lo contrario, es de lo más natural que si cambias tu sistema hormonal, se cambie de forma drástica tu ciclo menstrual hasta que prácticamente desaparece.

Para aquellas personas que no desean estos cambios, es necesario que se les ofrezca una alternativa que no las deje en la inercia y odiando su cuerpo cambiante y/o disidente. Además, hay que tener en cuenta que muchas de estas hormonas participan en la fijación del calcio, por lo que es importante aportar soluciones para evitar daños óseos. Puede servir con una terapia hormonal basada en progesterona, estrógenos o mixtas (la famosa píldora anticonceptiva) para regular los niveles hormonales que haya. Pero en otras ocasiones, no se puede llevar a cabo esto, ya que son personas intersexuales que no tienen estas hormonas; así que en su caso se debe de ofrecer una terapia de hormonas como la que toman las mujeres trans o personas no binarias. De hecho, las hormonas están diseñadas para estos casos, no para las compañeras trans, lo que supone que no hay estudios de los ciclos en personas trans. También hay que tener en cuenta que los procesos que se van a producir en las personas intersexuales que no producen hormonas sexuales o son insuficientes se van a parecer mucho a una menopausia (porque básicamente es lo que es), y que eso puede confundirse fácilmente con otras patologías si no se presta atención a las realidades intersexuales. También destacar que muchas personas intersexuales (como es mi caso) podemos tener una adolescencia perfectamente normativa con la ausencia de la menarquia pero llegar a una menopausia muy temprana debido a que los ovarios que inicialmente son funcionales, terminan por atrofiarse. Esto supone que necesitemos terapia hormonal de sustitución, para evitar daños óseos y desajustes hormonales que dañen nuestra salud. Como destacábamos inicialmente, la edad también puede cambiar las condiciones en las que se encuentra nuestro ciclo menstrual. Y sigue siendo completamente natural estos cambios que no se encuentran únicamente en nuestra adolescencia.

Sin útero pero con ovarios y/o estrógenos

Otras personas intersexuales, trans y no binarias tienen ovarios funcionales, pero no tienen útero y pueden tener también ausencia de vagina o no. Esto implica que el ciclo será hormonal, produciéndose cambios de humor, posibles dolores ováricos y modificaciones en la densidad del flujo lubricante de la vulva, pero no en el moco cervical (que no existe) o en el sangrado, ya que este no llega a darse nunca. Los cambios pueden ser realmente molestos cuando no se te ha dicho qué te pasa. Muchas personas lo viven al llegar a la adolescencia y toparse de lleno con esos ciclos hormonales que les cambian el humor y provocan mucho sufrimiento. Pero cuando te llega la regla, todo cobra sentido y todas las mujeres de tu entorno se vuelcan en explicarte lo que te está pasando, de mejor o peor manera. Porque alrededor de la menstruación hay bastantes mitos que son muy dañinos cuando alcanzas la madurez sexual. Para aquellas personas a las que nunca nos llega la regla, y es lo que se esperaba de nosotras, es un proceso de autoconocimiento agotador porque no hay información sobre nuestra realidad. Cuesta mucho encontrar indicios que expliquen lo que nos pasa cada mes, porque nos dicen que si no tenemos la regla tampoco tenemos el ciclo menstrual. Se pretende con esta idea darle al ciclo menstrual un simbolismo cis diadista que en muchos casos daña infancias y adolescencias intersexuales, trans y no binarias. No, el ciclo menstrual no es único de las mujeres cis, ni siquiera es algo único de las mujeres. Y sí, aunque no sangres cada mes puedes sufrir este ciclo aunque sea de formas diferentes.

Un ejemplo respecto a esto es lo que ocurre con el Síndrome de Rokitansky-Kuster-Hausser, que puede darse con ausencia total del útero o con un útero residual que, si no se tiene vagina, puede causar hemorragias internas que pueden ocasionar muchos problemas de salud. Es muy importante que se garantice la ausencia de útero para evitar males mayores. Además de esto, hay evidencias de modificaciones hormonales que producen ciclos menstruales disidentes que pueden ser el origen de la correlación con los problemas óseos que se dan. Los médicos suelen decir que se producen debido a la menopausia temprana (que por supuesto también influye), pero creo que aquí aún queda mucho por investigar para tener claro todo lo que ocurre en nuestros ciclos menstruales. Lo que quizá arroje luz también alrededor de los síntomas premenstruales que han manifestado muchas compañeras trans y no binaries en tratamiento con estrógenos.

«Sin embargo, algunos de los últimos estudios también mostraron indicios de que en algunos pacientes con MRKH existe desregulación hormonal, como hiperprolactinemia, niveles más altos de progesterona, diferencias en la fase lútea de los estrógenos y función aberrante de gonadotropina.»

[Cita de Oppelt PG et al., 2017. . Hyperandrogenemia and high prolactin in congenital utero-vaginal aplasia patients. Página 2]

Una de las cuestiones más habituales en torno a estos desajustes hormonales son los síntomas tan claros y molestos de Síndrome Premenstrual que producen malestar en las personas intersexuales, trans y no binarias, porque no se les explica que esto ocurre con la terapia hormonal de sustitución, y que puede suponer un choque enorme en su día a día. Las personas intersexuales suelen tener a su alcance más fácilmente esta información, ya que en muchos casos se les confunde con personas cis con regla. Pero aún con estas, muchas personas cis no saben todas las cosas que implica el síndrome premenstrual y que no es en ningún sentido una exageración. Os dejamos aquí una lista de síntomas para que lo tengáis en cuenta, por si alguno o todos ellos os suenan.

Signos y síntomas emocionales y conductuales

  • Tensión o ansiedad
  • Estado de ánimo deprimido
  • Episodios de llanto
  • Cambios de humor e irritabilidad o enojo
  • Cambios en el apetito y antojos de comidas
  • Problemas para conciliar el sueño (insomnio)
  • Aislamiento social
  • Problemas de concentración
  • Cambios en la libido

Signos y síntomas físicos

  • Dolor articular o muscular
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Aumento de peso por retención de líquidos
  • Hinchazón abdominal
  • Sensibilidad en los senos
  • Brotes de acné
  • Estreñimiento o diarrea
  • Intolerancia al alcohol

Sin útero, ni ovarios, ni estrógenos.

Aquí hablaríamos de hombres trans, personas no binarias o intersexuales que nacen con unos genitales externos diferentes a las gónadas internas; o que han tenido alguna patología como cáncer que les ha hecho perder en el camino de su recuperación el útero y los ovarios; o aquellos casos de personas trans que están llevando a cabo una terapia sustitutiva hacia los andrógenos. En estos tres casos lo que hay es un ciclo menstrual residual químico que produce y mantiene cambios estructurales y fisiológicos en el organismo. Esto se produce sobretodo al principio de la sustitución total de los estrógenos por la testosterona, ya que el cambio no es automático, si no gradual. Todos los organismos producen tanto hormonas andrógenas como estrógenas, la diferencia es la concentración de cada tipo de hormona. Esa concentración es la que lleva a las diferencias físicas de los carácteres sexuales, tanto secundarios como primarios. Así las personas que hacen un cambio hacia andrógenos, al principio, pueden tener ciclos menstruales inusuales que en pocas ocasiones son explicados por los especialistas.

Desde el momento en el que se produce la histerectomía, las personas que estaban llevando a cabo el proceso de sustitución a andrógenos dejan de producir estrógenos casi por completo. Esto trae consigo una desaparición total de la regla (ya que en la histerectomía se extirpa el útero) pero puede que quede un «Síndrome premenstrual fantasma» al principio del proceso. No hay una razón hormonal para que se produzca este síndrome, pero sigue dándose en ocasiones. Esto puede deberse a que se produzcan cambios químicos en el cerebro: como las variaciones de serotonina, un químico del cerebro (neurotransmisor) que se cree que cumple una función esencial en los cambios de humor, pueden desencadenar los síntomas del síndrome premenstrual. Las cantidades insuficientes de serotonina pueden contribuir con la depresión premenstrual, así como con la fatiga, los antojos de comida y los problemas del sueño.

Para finalizar debemos entender que estos procesos son pasajeros, ya que en cuanto se hayan asentado los cambios hormonales correspondientes, deberían desaparecer por completo cualquier signo de ciclo menstrual al no existir ninguna razón orgánica para que se dé. Puede dar miedo ver que se ha pasado por una operación tan invasiva como es la histerectomía y que, en contra de tus deseos, sigues pasando por un ciclo menstrual que te provoca disforia o incomodidad. Pero pasará, es normal que ocurra de forma gradual y no tengas miedo que lo estás haciendo bien.

Conclusiones

Los ciclos menstruales, el síndrome premenstrual, el sangrado, el embarazo y el parto no son procesos únicos de mujeres cis. Es hora de ir entendiendo que los procesos biológicos ocurren de formas y en personas diversas. Que los discursos biologicistas que definen los que es ser mujer u hombre en valor a estos procesos, no son más que una falacia acientífica y que es hora de eliminar del discurso público. Las personas intersexuales, trans y no binarias también podemos tener el ciclo menstrual, sea completo o incompleto.

Necesitamos que las realidades biológicas en torno a nuestros cuerpos se nos enseñen en las aulas para evitar las violencias médicas y sociales que experimentamos por salirnos de la norma cis-diadista que nos arroja al ostracismo en lugar de aceptar nuestra existencia.

Estamos abiertas a incluir más información en este post. Si consideras que hemos olvidado algo, no dudes en contactar con nosotres por mail, redes sociales de la asociación o en mis propias redes sociales.

Referencias

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