Término anglosajón utilizado para definir la actitud paternalista de priorizar las formas frente a la crítica que se está haciendo. A menudo es usado contra grupos vulnerables cuando hablan de su opresión sistemática, tratándolas de exageradas o que no son formas de pedir derechos. También es conocido como control del tono, fiscalización del tono y falacia del tono es un argumento ad hominem que intenta restar valor a una declaración atacando el tono en el que se presentó en lugar del mensaje en sí.
#TonePolicing es un término anglosajón utilizado para definir la actitud paternalista de priorizar las formas frente a la crítica que se está haciendo.
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Es un tipo de violencia sistemática muy utilizada contra las activistas, pues pretende restar valor a lo que se está criticando únicamente por el tono o las formas utilizadas. Lo que esta falacia hace es quitarnos nuestro derecho a la rabia y a enfadarnos sin que esto reste ni un ápice de razón a lo que estamos diciendo. En «How Civility Works» (Cómo funciona la civilidad), Keith Bybee nota que a las feministas que se manifestaron durante el movimiento Black Lives Matter con frecuencia se les pedía intentar ser más educadas. Frente a lo que argumenta que, de este modo, la vigilancia de tono es una herramienta para desviar la atención sobre las injusticias y ubicarlo como si fuera un problema en el estilo de la queja, más que en la queja en sí misma.
Algunos ejemplos de este tipo de violencia son cuando se acusa a las feministas de violentas por hacer graffitis en las protestas, o de luchar contra la policía en las marchas o de enfadarse cuando se niegan sus derechos en un supuesto debate. Pero también puede ser mucho más sutil, el Tone Policing puede estar escondido detrás de ese «aliado» que te dice cómo es mejor que orientes tu discurso para hacerlo más vistoso y amable para otros hombres. Nosotras no somos quienes tenemos que articular el discurso de una forma que no te resulte violenta, eres tú quien tiene que querer formarse independientemente de mis formas y entendiendo la cuestión detrás de mi tono «barriobajero» o como quieras definirme.
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