«I can’t breath»

Desde el pasado lunes, Estados Unidos ruge en protestas y manifestaciones antiracistas, que han ido aumentado de escala después de que se denegara la detención de los policías que ejecutaron el arresto con violencia y asesinaron a George Floyd.

Las redes se inundaron hace pocos días de los vídeos donde se puede apreciar la detención, utilizando prácticas ilegales, por parte de un policía blanco a este ciudadano negro. En las imágenes se puede ver cómo el hombre dice desesperado que no puede respirar mientras el policía se sitúa con una rodilla encima de su cuello. Todo comienza cuando le piden que se baje del coche y tras ponerle las esposas, la policía argumenta que se resistió a la detención, aunque numerosos vídeos muestran como el hombre participa de forma pacífica durante toda ella sin oponer la más mínima resistencia. Y es que aunque hubiera puesto resistencia, no merecía la violencia recibida.

Desde el pasado lunes, Estados Unidos ruge en protestas y manifestaciones antiracistas, que han ido aumentado de escala después de que se denegara la detención de los policías que ejecutaron el arresto con violencia y asesinaron a George Floyd.

Las protestas inundan las calles

Imagen con fondo negro en la que se leen numerosos nombres de víctimas negras y racializadas de Estados Unidos con el mensaje: «Di sus nombres, las vidas negras importan» en inglés.

Ha sido una situación que se lleva repitiendo durante décadas en este país, donde se criminaliza a las personas racializadas solamente por serlo, son prácticas racistas que perpetúan el sistema corrupto y putrefacto que se extienden por todos los rincones de la policía y la política.

Tras días de protestas se procedió al despido de los policías involucrados y al arresto y procesamiento de Dereck Chauvin, el policía que detuvo de forma ilegal y ejercenciendo una violencia desmedida a George Floyd. Pero no ha sido el único caso que ha motivado estas protestas, Tony McDade, un hombre negro transgénero, fue asesinado a tiros por un oficial de policía el miércoles por la mañana en Tallahassee, Florida. Lo que añadido al caso anterior y a los miles de casos similares que la comunidad afroamericana soporta cada día, han incendiado las calles.

Debido a las numerosas convocatorias se ha instaurado el toque de queda en muchas ciudades y la Guardia Nacional, con tanques incluidos, se ha desplazado a distintas ciudades como apoyo a las policías locales para «detener los disturbios» que se están ocasionando debido al hartazgo justificado por parte de toda la comunidad ante el racismo y la impunidad policial.

El Gobernador de Wisconsin ya ha avisado de que en los disturbios se han identificado grupos, que poco tienen que ver con las protestas reales que se están llevando a cabo por el racismo. Grupos de extrema derecha se están infiltrando para avivar el caos y provocar una sensación de pánico provocando destrozos y violencia.

La prensa como freno a la violencia

Han sido numerosos los casos de prensa que, mientras se encontraban cubriendo las protestas haciendo un uso legítimo de la libertad de prensa, se han visto detenidos de forma racista (como es el caso de la CNN) o a los que han disparado pelotas de goma, sabiendo que se trataba de periodistas.

Parece ser que la presencia de testigos, y más en directo, durante los disturbios molesta enormemente a la policía ya que pueden tener pruebas de más abusos policiales o de violencia policíal hacia los manifestantes que no quieren que se vean. ¿Si ninguna de estas situaciones se están produciendo cual es el motivo detrás de esta fijación en que no se graven y difundan las imágenes?

El presidente Trump incita a la violencia

El Presidente de EEUU ha emitido una serie de twitts, como es su costumbre para dirigirse a la ciudadanía de su país, que son realmente preocupantes, en uno de ellos expresa lo siguiente: «Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd y no dejaré que eso ocurra. Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le he dicho que el Ejército está con él hasta el final. Si hay cualquier dificultad asumiremos el control, pero cuando comiencen los saqueos, comenzarán los tiros». La plataforma ha decidido dejar este mensaje como visible solamente cuando el usuario haga click de forma específica sobre él asumiendo su valor como información pública pero mostrando un aviso de que estos glorifican la violencia.

De sus palabras se podría inferir que hace referencia a que se producirán tiroteos por parte de las «fuerzas de seguridad» en manifestaciones cuando se produzcan saqueos en ellas, asumiendo que se volverán a producir, y asumiendo que son los protestantes son los que llevan a cabo estos actos. En el momento actual los arrestados por estas protestas se cuentan por cientos y se han producidos varios heridos y un muerto en las mismas.

Otra de las listas de nombres de ciudadanos y ciudadanas afroamericanas que han sido asesinadas por la brutalidad policial junto con una imagen de George Floyd y la frase «no puedo respirar» en rojo.

La situación de fondo

Debemos recordar que en EEUU el coronavirus se está cebando especialmente con las personas racializadas y migrantes por la situación de vulnerabilidad que ya sufre este colectivo y que no es nueva: La falta de acceso a medios económicos implica en este país que haya personas que no pueden ser tratadas en los centros médicos a causa de no poder pagar un seguro médico. Y que con el cierre por la pandemia muchos de ellos, que ofrecían cobertura a estos grupos, la hayan perdido al perder su trabajo.

Las tasas de pobreza y de riesgo de exclusión social están muy ligadas al racismo. Esto es algo que no se nos puede olvidar. El paro y la imposibilidad de obtener los recursos económicos están provocando situaciones dramáticas e injustas en todo el país (y en todo el mundo) donde hay muchas personas que no tienen los recursos económicos necesarios ni siquiera para conseguir comida o productos básicos.

Cuando veáis las noticias, las publicaciones o la información sobre estas protestas; pensad que la raíz de todas ellas es tan simple como querer que se respeten sus derechos fundamentales, tan simple como poder ir por la calle sin miedo a que la policía te arreste o te mate por ser una persona racializada, acordaros de que, aunque todo esté lleno del covid 19, el resto de luchas que se llevan años librando y las opresiones que llevan siglos entre nosotras no han desaparecido.

Y para todas aquellas personas que desde Europa y España ven estos actos como algo aberrante que solamente pasa en EEUU, queremos recordarles que el racismo y la extrema derecha que lo reclama como algo válido y de lo que sentirse orgulloso están es sus propios países. El racismo está también a las puertas de sus casas.

De hecho varias activistas antirracistas han querido recordar tambien los nombres de las víctimas del racismo en España. El racismo sigue entre nosotros también en nuestro país.

Muchos pensarán que no es así, que aquí no se asesinan a personas por ser migrantes, pero recordamos que el 6 de febrero de 2014 se asesinó a tiros en nuestras costas a 15 migrantes que sólo buscaban huir de la situación de sus países. Situación creada por el colonialismo y nuestros saqueos constantes a dichos países. Recordamos que durante el confinamiento se ha abandonado a miles de personas que no se pueden acoger a las ayudas sociales simplemente por no tener papeles. Recordamos que se ha multado a múltiples organizaciones sociales y de barrio por ofrecer comida y productos de primera necesidad a estas personas sin recursos. Recordamos que mientras todas estábamos en nuestras casas más o menos a salvo, miles de migrantes estaban en los campos de Huelva en condiciones infrahumanas, recogiendo la fruta y las verduras que nosotras podíamos disfrutar. Y no contentos con eso, ciertos partidos que han esgrimido el odio como bandera, pedían que se explotará aún más a estas personas y, si no aceptaban esta premisa, que se las deportara a sus países de origen.

El asesinato es la última frontera del racismo, pero también ha ocurrido en nuestras fronteras. Y no es algo ajeno a nosotras. No queremos que se crea que por este artículo olvidamos que aquí se asesinó a tiros a un hombre gitano llamado Manuel por unas habas en Mayo, durante el confinamiento. Y esta sólo es una de las cientos de historias de asesinatos racistas que han ocurrido en nuestro país, Estados Unidos no es una excepción ni mucho menos es porque esos policías «estén locos», es porque vivimos en una sociedad racista que se ha construido a través del colonialismo y el saqueo de los países que ahora denominamos «tercer mundo» desde nuestra mentalidad racista.

Conclusiones

Desde Rebelión Feminista nos posicionamos completamente del lado de los manifestantes de Estados Unidos y os animamos a donar en las cientos de cuentas que se han puesto en marcha para ayudar a dichos manifestantes y a la memoria de las víctimas de los últimos días.

A las víctimas deseamos que descansen en todo su poder, a las familias que su dolor sea reconfortado y a los racistas que no vamos a parar hasta que se acabe con toda la violencia y la opresión sobre nuestras compañeras racializadas y migrantes.

5 comentarios sobre “«I can’t breath»

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  1. El antirracismo y el feminismo son dos potencias pero sigue mandando el hombre, blanco y heterosexual. Las personas que escapamos a lo que espera de nosotras el patriarcado deberíamos estar más organizadas, tanto al menos como la gente conservadora, que se encuentra todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, feminista, antirracista y ecologista lo haríamos y podríamos fomentar la creación de comunidades.

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