¿Qué está pasando con la Ley Trans Estatal?

Este artículo es una primera parte de lo que será un artículo más largo, pues es necesario hablar con los responsables de esta ley y saber lo que ha ocurrido de primera mano.

Ya en marzo de 2018 fue publicado en el BOE una proposición de Ley sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género presentada por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Este proyecto de ley pretendía ahondar en todas las problemáticas que había dejado en el tintero la ya obsoleta e incompleta Ley 3/2007 para proporcionar protección jurídica a las personas trans.

En Europa los derechos de las personas trans no gozan de una situacion positiva ni uniforme. El derecho a cambiar nombre y sexo legal solo existe en 41 paises, en 21 se exige esterilización previa, en 22 se exige divorcio, y en 34 se limita en función de edad; y la mayoría de ordenamientos juridicos no recogen de forma expresa la transfobia como una expresion de odio. En el Estado español, la Ley 3/2007, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas destaca por ser la primera disposición jurídica en España en virtud de la cual las personas transexuales son sujeto de derecho. Este texto promovido en su momento por el PSOE supuso un avance ya que el cambio de sexo legal se desvinculó de la cirugía. Sin embargo, deja desamparados a menores de edad y a personas trans migrantes.

Así la nueva propuesta de ley reconoce el derecho a la autodeterminación de la identidad sexual y a la expresión de género y su ejercicio, imponiendo su respeto a todas las personas que integran la sociedad y por supuesto a los poderes públicos. Se identifica como sujetos en situaciones de vulnerabilidad a las mujeres trans, personas de edad avanzada y extranjeras identificadas como trans, y se advierte expresamente de que las personas menores de dieciocho años también son titulares del derecho a la identidad sexual. Respecto a las personas de género no binario, queda atendida la necesidad de una categoría jurídica que responda a una expresión no binaria de existir y ser como persona

El proyecto de ley también recoge la protección de los derechos a la identidad sexual y expresión de género contra conductas no respetuosas con tales derechos y contra la discriminación fundada en la identidad sexual y expresión de género en diferentes ámbitos. En el ámbito educativo y deportivo, por su importancia, se insiste en el respeto al derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género, y lo que ello comporta en su ejercicio; y en los medios de comunicación considera esencial que la realidad de las personas trans sea tratada de una manera respetuosa y con un lenguaje correcto

Sin embargo, resulta llamativo el bloqueo que ha experimentado esta ley de manos del mismo partido que en su momento fue promotor de su clara predecesora. La Ley Trans Estatal se ha visto bloqueada por la Comisión de Igualdad del PSOE, a través de 100 enmiendas que han dejado este proyecto en el abandono. Las respuestas que ha dado al portal Soy-De LGTB la portavoz de dicha Comisión Ángeles Álvarez frivolizan con tópicos como «la cuestión es que sin tener posición le tenemos que dar cierta permanecía registral a esos cambios, no podemos estar cambiando cada 5 minutos la identidad» (como si efectivamente el cambio de identidad fuese un camino de rosas y los problemas fueran meramente burocráticos). Asimismo, como hecho correlacionado, es preciso destacar que la FELGTB ha denunciado la dificultad para negociar respecto al apartado referido a las personas trans de otro proyecto de Ley de Igualdad LGTBI con la Comisión de Igualdad del Congreso, señalando al PSOE por su «ideología tránsfoba». Por otro lado, han corrido diversos bulos en redes sociales sobre la asociación de los derechos reproductivos trans con la gestación subrogada que debemos en apresurarnos en desmentir: ningún artículo de la propuesta de ley la incluye y en esta asociación la condenamos sin fisuras semejante explotación del cuerpo de las mujeres.

Desde Rebelión Feminista hemos entrevistado a activistas trans de distintos puntos de España para que nos expongan sus puntos de vista. Iniciaremos este conjunto de entrevistas con la entrevista realizada por nuestra compañera @neryfem a la activista por los derechos LGTB+ Mar Cambrollé Jurado que nos ha dedicado un tiempo para responder a nuestras inquietudes sobre la paralización de lo que creemos como una ley imprescindible para los derechos de todo el colectivo de personas trans:

«La ley trans estatal se registró el 23/02/2018, el protocolo del parlamento tiene previsto que el gobierno tenga un mes o un mes y medio para poder impugnarla, y a partir de la no impugnación del gobierno, el grupo que la registra es quien está obligado a llevarla de nuevo al pleno, para que se vote su trámite o su no trámite. Entonces, a partir del mes siguiente en que el gobierno no la bloqueó, y que nosotros además celebramos que por lo menos no la bloqueara; no esperábamos un voto a favor de una ley tan progresista por parte del partido popular. Pero ese hecho significaba que la ley podía ir a trámite, sobre todo porque el arco parlamentario era proclive a su aprobación. Nosotros, nos habíamos reunido con los grupos de la comunidad de Cataluña, y todo el mundo manifestó votar a favor del trámite de la ley, con lo cual los números nos salían. Unidos Podemos la había registrado, teníamos el voto de ERC, de PNV, de CS, entre otros. PSOE nunca quiso tener una reunión con nosotros, nosotros tuvimos que hacer una concentración, que en principio iba a ser en la misma puerta de Ferraz, y la delegación del gobierno no nos autorizó allí, nos fuimos entonces a la plaza de Pedro Zerolo, y solamente ante el anuncio de esta concentración sí que abrieron las puertas para recibirnos y nos dijeron que en esta legislatura próxima si ellos gobiernan, iban a tener en cuenta ley trans estatal, dentro del paquete de leyes de igualdad que iban a presentar. Bloqueada, sí se registra en febrero de 2018, la ley, pues lleva con el bloqueo desde a mediados de abril. Pero yo diría siendo más exacta, secuestrada por Unidas Podemos, y digo secuestrada porque vete a saber en qué negociación bilateral con el gobierno, y a cambio de qué cosas han conseguido, han dejado nuestra ley secuestrada. Lo que está claro es que ellos, más que ser representantes nuestros en las instituciones, o de ser la voz de las personas trans, en este caso como de otro colectivo, podemos haber sido moneda de negociación, en algo que nosotros no sabemos, pero lo que está claro es que complacieron a un gobierno que no quería esta ley, y que les dijo que “ni me la traigan”, y eso lo digo porque públicamente no podían haber votado en contra de ella, así que el favor que le hizo Podemos al PSOE, fue no llevarla a trámite.»

Ante las declaraciones que hace Mar a nuestra asociación, nos preguntamos lo mismo que ella: ¿Qué ha ocurrido en las negociaciones de gobierno progresista para que esta ley ya no haya sido llevada a trámite? Es por ello que nuestra compañera le pregunta a Mar por qué cree ella que ha sido paralizada esta ley:

«Hay distintos factores, principalmente el motivo ideológico, por otro lado está la usurpación o colonización del colectivo trans, nosotros somos objetos por parte de un movimiento hegemónico, que se presenta como LGTB, pero predominantemente tiene una perspectiva androcéntrica y gaycentrista, con lo cual, muy patriarcal. También ha sido motivo porque la federación, que a pesar del insuficiente número de entidades que representa tiene la voz de todo el colectivo trans es España, es hablando claro el área LGTB del PSOE, la llamada FELGTB, y la función que ha tenido esta organización es aplaudir las políticas del PSOE, y servir de muro de contención de las disidencias que surjan a nivel organizativo. Donde pongan en conflicto la contradicción de como un gobierno que se llama progresista, que parece que tiene la patente de la bandera LGTB, que ha insertado en la conciencia colectiva que hay que ser gay y de izquierda. De esa izquierda que representa el PSOE, centrista y neoliberal (o yo no sé cómo llamarles pero las políticas económicas hablan mucho de ellos) y muchas cosas que han sucedido ya no solo con respecto al colectivo LGTB, sino también con las mujeres: Una ley de aborto tan contenida, tan sumamente respetuosa con el patriarcado. El mantener una justicia que ha tenido sentencias patriarcales y machistas, tener un montón de muertos en las cunetas, que no se haya resuelto tantos bebés robados a las mujeres en el franquismo y en el posfranquismo. Y que no hayamos tenido todavía las personas trans un gesto por parte de un gobierno progresista donde ellos han gobernado muchas veces, y sin una ley que nos protegiera de la discriminación o nos situase en igualdad al resto de los ciudadanos; o que no tengamos una asignatura que sea de obligado cumplimiento en las escuelas sobre el respeto a la diversidad sexual, género, étnica, o racial. Eso no existe en los colegios, y no se ha educado a las generaciones nuevas en el respeto a las mujeres, a los negros, a los gitanos, a la gente con diversidad funcional, a los gays, a las lesbianas, a las personas trans. No ha habido eso. Hay asignaturas optativas pero no de obligado cumplimiento, con lo cual siempre han dejado en la mano de los colegios que sea oportuno dar estas asignaturas. Tampoco se introduce en el Código Penal el delito de odio por homofobia o por transfobia, todo eso son cosas que se la han traído al pairo. Por eso también opino que me parece ahora muy oportuno utilizar el miedo a la ultraderecha para esconder lo que no has hecho y decirle a los ciudadanos: “me tenéis que votar a mí porque lo que viene es peor”. La puerta para que se cuele VOX es esta, ha sido no crear un sueldo digno para los trabajadores, una ley de educación digna para los estudiantes y blindar los derechos de las mujeres y del colectivo LGTB, si eso se hubiera conseguido, las puertas están cerradas para VOX. Cuando a mí me dicen: “¿te da miedo que el fascismo entre en las instituciones?” yo siempre respondo que el fascismo no entra. El fascismo nunca se ha ido de España.«

Tras este análisis político que nos hace Mar, continúa con una reflexión que nos ha parecido destacable de por qué seguimos así en pleno 2019, cuando se supone que vivimos en un Estado tan libre y democrático y aún nos quedan tantos derechos por conseguir.

«¿Existe en Italia una fundación que se llame “Benito Mussolini”? ¿O en Alemania la fundación “Adolph Hitler”? Por lo tanto, señores aquí sí. Y aquí sí con un gobierno de izquierdas, con un concordato a la iglesia que le hace impune no solo a los atropellos a los que estamos acostumbradas las mujeres y el colectivo LGTB. Yo te preguntaría a ti ahora, yo sé que no me corresponde a mí preguntar, porque eres tú la que me está entrevistando. ¿Hay alguna diferencia entre el discurso de VOX sobre las mujeres o el colectivo LGTB, a lo que vienen diciendo los obispos desde hace un montón de décadas?

Así es, y además es un discurso que ha cabalgado, con impunidad y sin ningún tipo de contención. Existe una ley tipificada en el Código Penal sobre el delito de odio, por el artículo 510. Pues esta ley se usa de forma inversa y paradójica contra los agredidos y no contra el agresor. Esa ley solo ha sido utilizada para la defensa de la Corona y los ritos religiosos de la Iglesia. Sin embargo nunca ha revertido contra los obispos que promueven discursos de odio. Con lo cual, ¿qué miedo nos estáis vendiendo para seguir perpetuando un partido neoliberal que incluso cuenta con el beneplácito del neocapitalismo europeo?«

Parece obvio lo que Mar destaca en esta entrevista, pero luego nos ponemos a pensar que en 40 años de democracia aún no se han alcanzado las necesidades básicas de los colectivos más vulnerables y nos encontramos con que es necesario volver a repetir lo mismo:

«Es una reflexión que nos sitúa al movimiento social disidente y contrahegemónico para distorsionarnos sobre dónde tenemos que seguir trabajando. Si todos luchamos contra tres siglas que es VOX, nos olvidamos de que los obispos siguen cometiendo delitos de odio, nos olvidamos que el artículo 510 no se utiliza para los agredidos sino para los agresores, nos olvidamos que hay una asignatura pendiente y de obligado cumplimiento como ha hecho Escocia hace unos meses, y ha sido el primer país europeo en poner una ley sobre el respeto a la diversidad sexual y de género de obligado cumplimiento en las escuelas. Aquí el partido socialista lo que siempre ha intentado es no molestar ni al lobby que representa la iglesia, ni a ciertos lobbys profesionales, y por eso no han seguido adelante con leyes como esta y entonces es el gran problema que hemos tenido. Una ley por ejemplo, como la ley LGTB que ha sido también bloqueada, y que además han prolongado toda la legislatura y ha decaído precisamente porque es una ley que sanciona los delitos de odio, y eso ha sido para defender precisamente a quienes han pululado a sus anchas, promulgando discursos de odio y además, bajo el pretexto maniqueo y demagógico, que es “libertad de expresión”. La constitución deja muy claro hasta dónde puede llegar la libertad de expresión y cuáles son sus límites y si no recuerdo mal dice que todos los españoles tenemos derecho a defender nuestras ideas por cualquier medio posible siempre y cuando no se atente contra la dignidad de las personas, o se atente contra un grupo vulnerable, sobre todo a la infancia y a la juventud, y ahí hemos tenido al autobús de HazteOír atentando contra la infancia, juventud, las mujeres… Y siguen sin aplicarle esta ley, la del 510. Entonces, si nosotros solo vemos el fascismo en estas tres letras, descuidamos todo esto, que también es el fascismo. Y esto es lo que tenemos que combatir.«

Entonces, ¿por qué cuando se trata de los derechos trans hay que batallarlos tanto? Hemos estado leyendo la Ley Trans estatal, y se piden derechos básicos, ¿por qué cuesta tanto avanzar con los derechos de este colectivo, incluso teniendo que hacer huelga de hambre; entre otros recursos?

«Pues mira, precisamente tú antes has dado con la tecla. El acrónimo LGTB tiene un cuarto de hora. Yo, que soy una militante histórica, y contemporánea porque estoy activa, eso me da la perspectiva de saber de dónde viene todo. El colectivo LGTB no se llamaba así. Era un colectivo de gays, que avanzados los 90 se deciden a tener una actitud inclusiva con las demás letras, pero con la T, lo que nos ha demostrado la práctica es que ha sido una trampa, porque paradójicamente en lugar de ser incluidos, hemos sido excluidos del relato épico de la lucha y de que nunca hemos sido el sujeto político que hemos negociado los derechos que a nosotros nos conciernen. Ha hablado con nosotros un movimiento androcéntrico y gaycentrista, porque ni siquiera las lesbianas son visibleS; porque hay un dato muy revelador, porque en España, si no me equivoco hay más de 1000 organizaciones LGTB, podría decirte que de ellas, 950 o más, son lideradas por hombres. Yo creo que hay un error histórico que algún día habrá que repararlo, y es que nosotras, las personas trans, tenemos una opresión similar y análoga al movimiento de mujeres, y el motivo de nuestra discriminación tiene más que ver más con el movimiento de las mujeres, que con el movimiento LGTB, te digo porqué, nosotras no somos discriminadas por nuestra orientación, nosotras somos discriminadas por ser, es por la identidad, como las mujeres. Sí que es verdad que luego está el techo de cristal, y la suma de discriminaciones: si eres mujer y tienes una discapacidad, si eres mujer y eres pobre, si eres mujer y eres negra, si eres mujer y eres LBT… Son sumas de discriminaciones pero al final se deben al ser mujeres, no por lo que les gusta, porque yo te pregunto, ¿las mujeres pertenecen al colectivo LGTB?«

Pero Mar no se queda únicamente en estas cuestiones, si no que profundiza aún más, aunque en esta parte podamos encontrar ciertas cosas que no compartimos con Mar, nos parece interesante su aporte:

«Son movimientos [LGTB y feminismo] separados pero que pueden compartir espacios de alianza, pues el movimiento trans, para ser un movimiento de empoderación, y sea sujeto de derecho, tiene que emanciparse del colectivo LGTB, y esta es la solución se tarde 10 años, 20, 30 o 40. Nuestra liberación y empoderamiento vendrá cuando seamos capaces de encontrar una unidad de acción de la autonomía trans, no una unidad de acción bajo un tutelaje obligado y sobre todo de una subordinación impuesta. Tenemos que salir del conglomerado LGTB y se tiene que empezar a hablar de políticas LGTB, y de políticas trans. Porque son realidades distintas, situaciones distintas, opresiones distintas, y mientras el colectivo sujeto de la opresión no tome la palabra, no se puede empoderar. Ha pasado igual que con la mujer, que a lo largo de la historia no ha sido un sujeto de derecho porque no podía votar, ni heredar, ni tener una cuenta corriente, ni viajar sola e incluso si el marido denunciaba infidelidad, no era necesario probarlo que ella iba a la cárcel. Era un sujeto de no derecho. ¿Cómo se empodera la mujer? ¿a través de la lucha del hombre o a través de su propia lucha, autónoma y organizada, y creando un análisis de situación y teórico? Pues eso nos queda a nosotros, el colectivo trans, creo que son caminos paralelos pero que se unen en un mismo punto, porque creo que ambas luchas son las que precisamente ponen en quiebra, y resquebraja los pilares donde se sustentan el patriarcado y la opresión machista. Por eso a nosotros nos tienen mucho más miedo que al colectivo LGTB, porque es un colectivo más proclive a la normalización. Tú misma has dicho la palabra, ellos lo utilizan como algo positivo, yo rehúso siempre de esa palabra porque yo no quiero ser normalizada. Cuando nosotros hablamos de nuestra identidad, queremos que se naturalice. Nosotros nos consideramos un colectivo diverso, heterogéneo, y sobre todo, muy rico en nuestra diversidad. Y reivindicamos todas las formas de vivir, no queremos imponer un modelo hegemónico, por eso además hablamos de identidades trans, lo mismo que las mujeres hablan de feminismos.»

Desde nuestra asociación precisamente defendemos esa idea, un movimiento trans heterogéneo de la mano del movimiento feminista, porque al final muchas mujeres forman parte del movimiento trans. Volviendo a la ley trans estatal: ¿Qué cambios podría haber aportado la aprobación de esa ley para el colectivo trans?

«Lo más importante es que esa ley se fundamenta en dos principios: uno es la despatologización de las identidades trans y verlas como una expresión más de la diversidad humana; y otro es la libre determinación de la identidad de expresión de género, que las personas trans sean dueña de su identidad, de sus cuerpos y de sus vidas. Que seamos sujetos de derecho y no objetos de la medicina, y con eso habría cambiado la facilidad para acceder como sujeto de derecho e identificarnos ante una universidad, en un empleo, incluso el acceso para el cambio de nombre. El partido socialista tardó 29 años tras aprobarse la constitución, hasta el 2007 en dotarnos de una ley para cambiarnos el nombre y el sexo. Pero esa ley nació con fecha de caducidad, porque esa ley administrativa la convirtieron en un procedimiento médico, ya que para acceder a ese cambio de nombre dejaron excluídos a los menores de 18 años, por lo que jurídicamente no existen los menores trans, no tienen protegida su identidad; pero además dependemos de un informe médico que diga que tenemos disforia de género, que nos oblige a esterilizarnos químicamente durante 2 años con los tratamientos hormonales, y que demostremos al legislador que no padecemos un trastorno mental, con lo cual es discriminatorio porque sitúa a todas las personas trans, por el hecho de ser trans, bajo la sospecha de ser enfermos mentales. Es una ley que vulnera el honor, la dignidad, el derecho a la imagen y la intimidad. Además es contraria a Directivas europeas (las más recientes son las de 2015), o hace unos meses de nuevo inste Europa, que los estados deben modificar las leyes para el cambio de género de las personas trans. Debe ser un trámite sencillo, transparente, administrativo, pero que además no se exija ningún tipo de peritación médica ni judicial, porque entonces están tutelando nuestra identidad, es un tutelaje impuesto que nos anula como sujeto de derecho.«

Mar sobre la patologización trans para conseguir los cambios administrativos de nombre y género.

Nos vemos en la obligación de matizar que ser neurodivergente no es en ningún momento una justificación para que no se acepte la identidad de género de los individuos, sin embargo la comunidad discapacitada en todos los sentidos nos encontramos con que no se respeta nuestra identidad de género ni nuestra orientación sexual en muchos casos, no se entiende la discapacidad desde una perspectiva LGTB y por eso hablamos de ello en nuestro artículo «Movimiento Queer-Crip: Nada sobre nosotras, sin nosotras.» o en nuestro artículo «Socialización de género y Neurodivergencia». Pero al mismo tiempo comprendemos lo que Mar quiere decir, que no debe ser la norma considerar que una persona es neurodivergente (con el consiguiente estigma social que ello produce en el sistema sanitario) simplemente porque sea trans.

Hablando en términos de opresión y discriminación que sufrimos las mujeres: cuando hablamos del colectivo trans, que es un colectivo en riesgo de exclusión social, creemos que incluso las mujeres trans se llevan mucha peor parte que los hombres trans.

«Es lo que te he comentado anteriormente, y creo que refrenda más mis palabras anteriores, y es que nuestra situación es muy análoga. A nosotras como mujeres, nos golpea el patriarcado y el machismo, por eso la violencia es más brutal y el asesinato recae sobre las mujeres trans, no sobre los hombres trans. Nosotros como colectivo, estamos discriminados hombres y mujeres, en la medida en la que nos han patologizado a todos y no tener los derechos básicos, pero la violencia de género se ceba con las mujeres trans. Los hombres trans sufren discriminación en el mercado laboral por ejemplo, y sufren discriminación o acceden a trabajos precarios en condiciones casi ilegales en muchas circunstancias, y con nosotras ya está a cal y canto cerrado el acceso al mercado laboral. Pero si nos vamos ya a la violencia machista, lo nuestro es un genocidio. Yo no quiero decir “y yo más, o tú más” pero nos golpea de una manera muy brutal los asesinatos a las mujeres trans. Latinoamérica, la media de vida no supera los 35 años y en Europa los 50. Y te puedo decir que el Observatorio es un observatorio testimonial, porque hay países que no se hace un monitoreo como en China o Rusia. Pero son unos 10 años que llevamos monitoreando los asesinatos que consiguen salir en la prensa, y en la prensa a veces se nos ningunea nuestras identidades y en lugar de aparecer una mujer trans muerta se nos designa como un muerto o un hombre vestido de mujer. Es difícil acercarse a las cifras reales, pero las que hay ya son escalofriantes. Llevamos unos 3000 asesinatos y de tinte muy violento, como descuartización, desmembramientos, quemadas vivas… y eso sucede con las mujeres trans, con lo cual, cuando yo muchas veces veo una corriente ideológica que se ha metido dentro del feminismo para atacar a las mujeres trans, me parece tan indigno y cruel y tan de la mano del movimiento opresor… Porque el movimiento trans hemos aportado algo al feminismo, muy importante y es la descosificación de la mujer, el ver a la mujer como algo más que unos genitales, porque no hay nada más machista que ver a un mujer como una vulva, y es un acto muy patriarcal negar la identidad a una mujer trans fundamentándola en el genitocentrismo, cuando además sabemos que el genitocentrismo tiene una connotación falocrática, y es algo tan carente de rigor, es lo mismo que dice el autobús de Hazte Oír. A mí me da vergüenza cuando me dicen: “es que es la biología”. Y no, eso es ideología. La biología nos demuestra que la naturaleza es diversa, y que todo lo que tiene vida es diverso, la naturaleza se niega en todo momento a no ser diversa y cuando algo no lo es, tiende a morirse, con lo cual las identidades trans son biológicas, el sexo biológico de una persona trans es el sexo que siente, el sexo que es, no es otro distinto. Mi sexo biológico no es “de varón”, es el de una mujer trans, como podría ser el de una mujer negra o gitana, algo que no tenemos porque quitarnos de encima para agradar a un sistema y algo de lo que nos tenemos que sentir orgullosas, porque forma parte de la diversidad. También los hombres trans aportan al feminismo como por ejemplo, nuevas formas de masculinidad que no han nacido del androcentrismo, y creo que es algo a tener en cuenta.«

Realmente, para que una persona sea reconocida con el género que le pertenece, tiene que pasar por un ciclo de violencia institucional como patologización, faltas de respeto a su identidad, cisnorma, etc. ¿Cómo ha influido esto en el activismo trans?

«En 2007 se inicia una campaña internacional que se llamó Stop Patologización. Once años después hemos conseguido influir en países que han legislado no teniendo en cuenta los dictámenes de la OMS. Eso ha sido posible en distintos países porque es un dictamen que tiene una gran carga ideológica, porque yo ahora le pregunto a nuestros amigos gays y lesbianas que cuando salieron también del grupo de enfermos mentales en 1990 y nos dijeron “bye, bye, ahí os quedáis”, ¿hicieron algo por nosotras? No han hecho nada, de hecho nosotras hemos sido el escudo que ha soportado los envites de todos los regímenes más totalitarios. Porque en el fascismo de Franco siempre tenemos en mente que iba dirigido contra los homosexuales, pero para el franquismo el no saber distinguir orientación de identidad, hizo que todos entráramos en el cajón desastre, no había bisexuales, ni trans, todos eran “maricones”. Pero, ¿a quien se le aplicaba esa ley? ¿tú puedes saber a la persona que va por la calle o en la cola del bus quienes les gusta para irse a la cama? Yo estoy hablando contigo y no sé que orientación tienes ni tú sabes la orientación que tengo yo, porque la orientación es algo íntimo, ¿sabes quien se llevó los golpes del fascismo en España y en todos los países? Las personas trans, las personas que tenían una expresión de género no normativas, llámese “la loca de los pueblos” o aquellas lesbianas más “masculinas”. Porque desafiaban las normas de expresión; al fascismo y a los regímenes totalitarios lo que más le violentaba era el género, más que la orientación. Lo que ocurre es que no sabían expresarlo así. Incluso ahora, tenemos que soportar que en el relato épico por la conquista de derechos se nos borre como sujeto de lucha. Cuando hemos sido nosotras las que hemos puesto la cara que nos han roto y que hemos pagado con nuestras vidas en las cárceles, con la exclusión laboral y con todo este tipo de patologización y ahora vienen ellos (los gays), como parte de esa normalización a recoger derechos, a circular por esas avenidas que hemos abierto las mujeres trans. Esas avenidas donde hoy circulan sus carrozas del Orgullo. Y cuando hablamos por voz propia, seguimos siendo criticadas. Yo soy una apestada para el colectivo LGTB porque levanto la voz por las personas trans desde la autonomía propia, porque digo que sin ser sujeto político no es posible avanzar desde una revolución.«

De esta forma solo nos queda preguntar: ¿De todas las asociaciones LGTB, salvando la vuestra, con cuales habéis podido tener más desencuentros, o que tipo de desacuerdos os habéis podido encontrar?

«Yo te diría que casi el 90% de las asociaciones LGTB tienen una actitud desde el privilegio cis, y sobre todo tienen una dinámica muy androcéntrica, y es una sinergia de un tutelaje brutal. La FELGTB, que es el brazo rosa del PSOE, ha presentado una propuesta de ley LGTB, que dentro de ella tienen un apartado trans. De nuevo siguen queriendo usurpar nuestra voz, nosotros no queremos ser el apéndice de ninguna ley, sino que nazca del sujeto político que tiene capacidad para analizar su situación de opresión y para determinar las soluciones que necesitamos a nuestra discriminación. También ha habido un interés en eso. Nosotros cuando la ley LGTB estaba atascada, le tendimos la mano a la FELGTB, creo que es necesaria ambas leyes y no se restan una a la otra. Son complementarias y necesarias, pero la ley trans es una ley de blindaje a nuestra dignidad y reconocimiento de derecho y la ley LGTB es una ley contra la discrimización. Es como si la ley contra la violencia de género se basase en una ley de igualdad de trato amplia contra el racismo o la lgtbifobia. Y eso no puede ser porque la violencia hacia la mujer obedece a una situación estructural y específica, y por tanto requiere una respuesta específica. Y las personas trans y por eso necesitamos una ley específica que tiene que nacer del sujeto político.«

Tras este rato de charla nos preguntamos: ¿Es posible que exista con las personas trans una falta de apoyo por parte del resto de las letras de las asociaciones LGTB? Porque es cierto que la predominante es la G, L hay alguna pero muy pocas, y la T es casi inexistente… con esto nos remitimos a algo que hemos preguntado anteriormente. ¿Esto puede que obedezca a que ellos quieren seguir llevando “la voz cantante”?

«Sí, es una forma más de machismo, ellos confunden ser aliados de las mujeres con acaparar sus voces. Esto te lo pregunto a ti, ¿cómo te sentaría como mujer que en una jornada feminista tu fueras de público y todos los ponentes fueran hombres? Imagínate como nos quedamos nosotros cuando en unas jornadas trans, no somos nosotros los ponentes. Nos ha ocurrido recientemente que una chica contactó con nosotros porque quiere dar una charla de transexualidad en la universidad de Málaga, ella era cis pero solo necesitaba a una persona trans para que estuviera a su lado. Para eso nos requieren, para que adornemos esos espacios pero no nos consideran sujeto político. La mayoría de jornadas que han organizado los gays y las asociaciones LGTB, el registro que le dejan a las personas trans es para que cuenten sus miserias y sus penas. En el sentido de: “ay, pobrecita, es trans”, pero nunca tienen a una persona trans empoderada que les recuerde su falta de memoria cuando olvidan que hemos sido las más golpeadas en el régimen fascista y que somos las víctimas olvidadas de la democracia. Y nosotros si queremos alianza pero no tutelaje, cuando hemos luchado por los derechos de todos y somos las que menos hemos recogido esos derechos. Es algo histórico, como la revuelta de Stonewall protagonizada por Sylvia Rivera y Marsha P. Jhonson, mujeres trans, racializadas, y ahora en el relato épico ¿lo llaman el orgullo gay? En España ha ocurrido igual, todo el mundo puede verlo por la hemeroteca las mujeres que encabezaban las grandes manifestaciones y las primeras del estado español no subvencionadas ni institucionalizadas, eran las mujeres trans. Y esto era porque éramos nosotras las que más sufríamos la opresión y la discriminación y por eso teníamos que salir a la calle, para decir basta. Pero el proceso ha sido distinto. Hoy en días los gays están metidos en los partidos políticos, regentan hoy las instituciones y nosotras no tenemos presencia en los partidos políticos, ni en las instituciones. Me parece una vergüenza utilizar luego a las personas trans para que adornemos las listas electorales, porque nos ponen de adorno y muchas compañeras y compañeros lo han hecho este año y yo me he callado porque entiendo su ilusión, pero me doy cuenta de la manipulación por parte de los partidos porque lo hacen para presumir de modernos y ponerse la medalla pero no se comprometen con nuestra discriminación ni opresión que sufrimos.«

Lo que señala aquí Mar nos recuerda al pasado 8 de marzo, el día de la mujer, cuando el secretario general de Ciudadanos daba la charla con 4 mujeres detrás en silencio. Con las personas trans ocurre exactamente lo mismo.

«Por eso tenemos situaciones muy paralelas y análogas y estamos destinadas a encontrarnos para dar una respuesta al patriarcado y al capital, porque la gente se olvida que también nos golpea la clase, porque es cierto que la violencia hacia la mujer puede ser interclasista pero no la sufre igual una mujer rica que una mujer pobre. Una mujer trans que tiene dinero para pagarse todas sus intervenciones y no tiene que esperar esa lista de espera de la sanidad pública o esas vejaciones de las consultas o el tener un abogado para que te agilice el cambio de nombre no sufre la discriminación igual. Lo mismo que el emigrante que viene en patera no puede compararse al que se baja en un avión. Nosotras siempre hemos tenido una consigna, que encierra todo un ideario ideológico detrás, cuando decimos “patriarcado y capital, alianza criminal”, no nos equivocamos.«

Precisamente antes que hemos hablado de la FELGTB, nos gustaría saber cuál fue la reacción de la federación ante el bloqueo de la ley trans estatal.

«Pues mira, ha sido una situación de no moverse de la foto. Son federaciones que tienen subvenciones multimillonarias y no exagero. Con un proyecto y un chiringuito que se ha inventado que se llama “red de observatorio contra la discriminación”. Se han llevado un millón de euros para dar datos pero no para encontrar soluciones. Ha costado un millón de euros decir que en España, en el 2018 ha habido un total de 647 agresiones a personas del colectivo LGTB, y de esa cifra más del 60% lo componen las personas trans, con lo cual de nuevo nos situa el estudio como quienes más agresiones recibimos. Hay otro dato y es que esas 647 agresiones solo representan el 20% de las agresiones reales, porque el resto ni se denuncia y quienes mas denuncian, con un 70% son los gays. Las mujeres lesbianas bajan a un 27%, las mujeres trans a un 15% y los hombres trans a un 3%. El colectivo más agredido es el que menos denuncia. ¿Cuesta esto un millón de euros? ¿o esa cantidad debería invertirse en añadir recursos, campañas de sensibilización, material, guías sobre como denunciar, igual que se ha hecho campaña con las mujeres. Sin embargo, pagan un millón de euros para que se callen la boca. Han llegado a decir para manipular que la ley LGTB está atascada en el congreso porque quien más les molesta es el tema trans, con intención de lavarse la cara y de justificar esa usurpación que han hecho de una ley LGTB. Jamás hablarán de una ley trans específica. Nosotros creemos que es necesaria las dos leyes pero es necesaria una ley trans y de ahí no nos vamos a mover. Han llegado a decir que nosotros “somos los malos” pero todo lo más que nos pueden hacer es castigarnos con no asistir al carnaval que montan el 28 de junio. Que esa es otra usurpación, PoUger un día de lucha de las mujeres trans en Stonewall para convertirlo en en evento mercantalista y capitalista y totalmente carnavalesco. Pero no han tenido los cojones como nosotros de hacer una concentración, ni de tenderles la mano a sus compañeras y compañeros trans y luchar juntos para que se aprueben las dos leyes.«

En torno a esto que comenta Mar, sobra decir que necesitamos preguntar cuáles serían los intereses partidistas que llevan a este silencio cómplice de ciertas organizaciones y personas que se supone que tienen especial interés en esta ley, pues supone un avance de su propio grupo e incluso un avance en derechos fundamentales propios.

«El PSOE es el partido que ha comprado el discurso hegemónico del colectivo LGTB, y además no es gratis, sino a cambio de subvenciones para que “no molesten, que no se muevan de la foto”. Y no solamente tienen las organización un capital de dinero para mantenerse sino además favores mediáticos. Los medios de comunicación no son autónomos, y tienen el favor político de sacar las notas de prensa de la FELGTB. Antes te he dicho que en España hay más de 1000 asociaciones LGTB, pues a la FELGTB solo la componen 47 colectivos. No supone ni un 5%. ¿Cómo puede este 5% hablar por todos? Es una mafia. La mafia rosa. Y el discurso hegemónico que perpetaua las políticas del partido socialista, que no las ponen en cuestión y que además sigue rentabilizando un evento que tuvo lugar el 2005, que fue el matrimonio igualatorio, pero no han seguido avanzando en leyes que nos protejan contra los delitos de odio, contra la discriminación, en tener una asignatura de obligado cumplimiento que eduque en la educación de la diversidad sexual y de género, en campañas de prevención y concienciación…»

Y ahora que estamos hablando del silencio de las áreas LGTB del PSOE, nos atrevemos a preguntar sobre un tema un poco delicado, la opinión que tiene Mar sobre la postura y el silencio de Carla Antonelli (conocida activista trans perteneciente al PSOE) ante esto.

«Bueno, para mí ser mujer no es igual a ser feminista. Yo creo que se puede ser negro y del Ku Klux Klan. No sé si con esto te he respondido…creo que ella lo que acata es la disciplina del partido, se comporta como una militante y un miembro más del partido, que no solamente defiende su ideología sino también la prolongación de su asiento que le está dando todos los meses 3000 o 4000 euros al mes y el trato de su señoría.«

Para finalizar hablamos de las reinvindicaciones sobre todo para visibilizar la ley trans estatal que se quiere llevar a cabo, porque es necesario conocer lo que se está exigiendo desde los grupos trans más revolucionarios, que no se ignore las demandas indispensables de este grupo, así dejamos como conclusión esta última intervención de Mar, y agradecemos a la misma su tiempo y su participación.

«Nosotros hemos hecho concentraciones que han sido muy efectivas, yo creo que el colectivo trans está adquiriendo su historia en el estado español. Lo escribimos en el 78 con esa pancartas épicas donde se nos pueden ver a las mujeres trans y también ahora el día del registro yo te puedo garantizar que ningún grupo ni ninguna ley se registró. Nosotros convocamos a 200 personas en las mismas escaleras del parlamento, eso fue una foto histórica, nadie ha tenido la valentía de montar 2 días antes de unas elecciones una concentración para denunciar que si no hay una ley el próximo gobierno se desatará un discurso que hemos creado. Cuando hablamos de furia trans nos referimos a un concepto político que nada tiene que ver con la violencia y sí tiene que ver mucho con ganarle el juego al miedo. El miedo con el que hemos crecido, el miedo a recibir un trato desigual en el mercado laboral, el miedo a que no nos dejen participar en competiciones deportivas, el miedo a que para acceder a un cambio de nombre sin que nos patologicen. A veces es muy fácil crear palabras cortas que encierran toda una declaración ideológica de posicionamientos y la furia trans es un concepto político que llama al colectivo trans a levantarse y a perder el miedo con el que hemos crecido. Y vamos a trabajar desde la furia trans, vamos a exigir que sí o sí habrá una lucha trans nos cueste lo que nos cueste. Ahora mismo solo hay migajas y desde aquí quiero hacer una llamamiento a la solidaridad de todos los colectivos vulnerables de que seamos capaces de ser un poco interseccionales, de ponernos en la piel de las personas trans y que tengamos el apoyo de la juventud, el apoyo de los estudiantes, el apoyo de las mujeres, de los sindicatos, de los pensionistas, de los inmigrantes y, en definitiva, el apoyo de toda la sociedad. Porque el colectivo trans con esta ley no pide una situación de privilegio ni una ampliación de derechos: queremos que los mismos derechos de los que disfrutan el resto de los ciudadanos, sean también para nosotros.«

Artículo colaborativo: @neryfem, @bambulajebitiesa (twitter @bambufem) @eirepandemonium

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