Orgullo Loco: Locas Resistiendo al Estigma.

El pasado 19 de Mayo se celebraba en la mayoría de comunidades de España el Orgullo Loco, una reivindicación de la comunidad neurodivergente que lucha por eliminar el estigma y la violencia hacia quienes viven con padecimientos mentales. Ser mujer en nuestra sociedad es difícil, pero ser mujer con trastornos mentales se convierte en una tarea agotadora. A diario sientes esa necesidad de luchar contra la gente que te rodea, porque no entiende lo que sufres o no quieren entenderlo. No es cuestión de «voluntad», sino que se trata de enfermedades que requieren tratamiento psicológico, psiquiátrico y, en ocasiones, medicación.

Este tipo de padecimiento mental, sufre cierto estigma difícil de eliminar mientras se invisibiliza constantemente a quien los padece. Si alguna vez has sufrido de depresión o ansiedad, seguramente estarás harta de escuchar «es que no tienes fuerza de voluntad», «es que no pones de tu parte», «deberías ver el lado positivo de las cosas». Me gustaría saber si esas personas también les dicen lo mismo a alguien que sufre de alguna otra enfermedad física entendida y arropada por la sociedad (porque no olvidemos que las discapacidades físicas invisibles tienen también esta discriminación).

Medidas contra el Estigma

Está claro que no tenemos la obligación de ser pedagógicas con nadie (ya que puede resultar agotador e influir en nuestra salud mental, y primero estar bien que ser pedagógicas con algo que pueden encontrar en Google), pero podemos brindar una serie de conceptos e información para visibilizarnos tanto a nosotras mismas como a nuestros trastornos, luchar para que la gente sea capaz de entender que no se trata de voluntad, sino de recuperación, constancia y terapias. Por esa misma razón, vamos a ofrecer una serie de datos sobre distintas enfermedades mentales para que sea menos complicado explicarle a vuestro entorno cómo ayudar a las personas que sufrimos este tipo de patologías.

«Las enfermedades mentales abarcan una amplia variedad de trastornos, cada uno de ellos con características distintas. Se manifiestan en el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad, las emociones o la relación con los demás, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. No tienen una única causa, sino que son el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos, sociales y psicológicos, y con frecuencia es posible identificar y tratar una causa orgánica subyacente.»

Organización Mundial de la Salud

Hay muchos tipos de enfermedades mentales, pero las más comunes serían:

  • La ansiedad: Trastorno de Pánico, Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), Trastorno de Estrés Post-Traumático y Fobias.
  • Depresión, Trastorno Bipolar y otros trastornos del estado de ánimo.
  • Trastornos Compulsivos de la alimentación (TCA): Anorexia, Bulimia, Trastorno por Atracón; entre otros.
  • Trastornos de la personalidad: Paranoide, Esquizoide, Antisocial, Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), etc…
  • Trastornos psicóticos: Esquizofrenia, Psicosis…

Causas

Algunas enfermedades físicas no tienen una relación clara con sus causas, o se desconoce por completo estas causas; con las patologías psicológicas pasa parecido, sin embargo hay algunos factores que afectan de forma habitual y contribuyen al desarrollo de algunas de estas patologías. Muchas veces las causas influyen también en el abordaje de esa patología y en cómo vas a tener que tratar con ella.

Biológicas:

  • La genética: las personas que tienen un familiar con una enfermedad mental, con algún componente genético, son más propensos a desarrollar la misma patología o aquellas de la misma familia.
  • Infecciones: Ciertas infecciones se han relacionado con daño cerebral y el desarrollo de la enfermedad mental o el empeoramiento de sus síntomas. Pues si se ve afectada la zona del cerebro que se encarga de mantener equilibradas ciertas hormonas o que responde a ciertos estímulos, se puede desencadenar una respuesta patológica que resulte en una patología mental.
  • Defectos cerebrales o lesiones: Defectos o daños a ciertas áreas del cerebro (Malformación de Arnold Chiari, por ejemplo, es una malformación cerebral que puede producir prácticamente cualquier padecimiento psíquico relacionado con la Amígdala Cerebelosa).
  • El daño prenatal: Una interrupción del desarrollo temprano del cerebro del feto o un cambio hormonal inesperado durante el desarrollo, puede ser un factor en el desarrollo de ciertas condiciones tanto físicas como mentales.
  • El abuso de sustancias: Se ha comprobado que a largo plazo el abuso de sustancias se ha relacionado con la ansiedad, la depresión y la paranoia.
  • Otros factores: Mal nutrición y la exposición a toxinas.

Psicológicas:

  • Trauma psicológico severo que sufrió cuando era niño, tales como el abuso emocional, físico o sexual.
  • Una pérdida importante temprana de un ser querido.
  • Negligencia.
  • Poca capacidad para relacionarse con los demás.

Factores ambientales:

  • La pérdida de algún ser querido que trastoca la vida de la persona (ya sea una muerte o la pérdida emocional por separación)
  • Una familia disfuncional, aunque este factor muchas veces se usa como estigma, hay un gran porcentaje de familias disfuncionales que producen padecimiento psicológicos en los menores de la familia.
  • Los sentimientos de insuficiencia, baja autoestima, ansiedad, ira o  soledad.
  • El cambio de empleo o escuelas, lo que se traduce muchas veces en una sensación de no encajar y esto propicia el desarrollo de padecimientos psíquicos.
  • Las expectativas sociales o culturales (por ejemplo, una sociedad en la que la belleza se asocia con la delgadez puede ser un factor en el desarrollo de trastornos alimenticios.)
  • Abuso de sustancias por la persona o los padres de la persona.

Tratamientos

Aclarados algunos conceptos y definiciones, y teniendo en cuenta por qué motivos se desencadenan algunas enfermedades mentales, vamos a explicar cómo se pueden tratar este tipo de trastornos de una forma eficaz:

Para algunas patologías se utilizan fármacos psicoactivos de elevada eficacia y uso extendido entre los psiquiatras y otros médicos, aunque no sirven para todos los padecimientos psiquícos y deben llevar un control exhaustivo. Esto incluye medicación contra la depresión, la ansiedad, el TOC o la esquizofrenia. Porque su acción influye directamente en la funcionabilidad cerebral, volviendo a la naturalidad aquellos cerebros que se encuentran en estados permanentes de Depresión, ansiedad, TOC, entre otros.

La Psicoterapia es otra de las terapias más utilizadas, se basa en la suposición de que la clave para la curación del sufrimiento individual está dentro de la persona, y que puede ser facilitada a través de una relación de confianza y apoyo con el psicoterapeuta. Es decir, mantener una relación cercana y comunicativa con el/la terapeuta. Este especialista debe ahondar no solo en los aspectos clínicos de la situación, sirviendo de paliativo de los síntomas, si no ahondar en la raíz del problema y tratar de solucionar aquello que nos hace sufrir. La problemática más extendida en cuanto a salud mental y mujeres, es que se nos trata como histéricas o exageradas y se ignoran nuestros síntomas o las condiciones socio-económicas que nos llevan a esa situación.

Discriminación y Trastornos Mentales.

Ya hemos hablado en otros artículos de cómo influye en nuestra vida la salud mental, siendo uno de los pilares fundamentales de ésta. Sin embargo, pocas veces se habla de cómo las personas con padecimientos mentales tienen que soportar un estigma y discriminación constante que nace, muchas veces, de los prejuicios y la narrativa popular sobre la enfermedad mental. Es dañino que se nos represente como asesinas en serie, asociales, raritas, etc. Porque cuando una persona se sale de esa norma, no se cree que sea neurodivergente.

El Ámbito Social:

Las personas que sufren de alguna patología mental, tienden a sufrir más discriminación social que alguien que no la padece, esto se da por la desinformación, invisibilización e inferioridad que se les atribuye a las personas neurodivergentes. Por ello, a muchas de ellas les cuesta relacionarse con las demás en la vida cotidiana (que puede causar ansiedad en la persona afectada por no saber cómo hacer frente a las relaciones con personas que no pertenecen a su entorno habitual).

Además de eso, el tener algún tipo de padecimiento mental suele ir acompañado o ser fruto de un acoso escolar, porque se nos considera raras o pringadas por el simple hecho de que se nos note nuestras patologías. Debemos luchar para que los menores entiendan la importancia de la salud mental, con lo que ayudaríamos no solo a que sepan verbalizar cuando lo sufren, si no a que no hagan sufrir al resto si lo sufren. Esto no solo afecta en las amistades del menor, si no también en sus notas y en cómo debe ser adaptada la enseñanza para abarcar las necesidades de la comunidad neurodivergente, un tema pendiente en nuestro sistema educativo actual. Pues ni la comunidad educativa ni el currículo está preparado para adaptarse ni a la discapacidad física ni mental.

El Ámbito Laboral:

Se estima que el 84% de personas con enfermedades mentales no tiene trabajo. Esto se debe al estigma, los prejuicios  y la discriminación hacia las personas con trastornos, percibiéndolas como incapaces de desempeñar las funciones que se esperan en los puestos laborales. Sumando también las  diferencias salariales que padecen las personas aquejadas de problemas de salud mental, ya que de promedio cobran entre un 15% y un 20% menos con respecto a las personas sin discapacidad mental.

La baja inserción laboral de las personas neurodivergentes es una de las principales barreras para su integración social y su recuperación. Por ello, denuncian que “un problema de salud mental no tiene por qué ser un impedimento para obtener un empleo”

Conclusiones

Se han hecho múltiples estudios sobre la perspectiva de género con respecto a las diferencias entre los hombres y las mujeres con patologías mentales.

«las mujeres con un problema de salud mental no solo padecen un doble estigma si no que además, el trastorno mental suele ocultar o eclipsar otro tipo de necesidades, y se llega a obviar por ejemplo su salud sexual y reproductiva. El mayor obstáculo son los estereotipos, que hacen dudar de su autonomía y credibilidad.»

Por tanto, se conoce que los porcentajes de las mujeres con trastornos mentales duplica a la cifra de hombres. Es decir, debido a ciertos factores sociales y biológicos somos más propensas a sufrir depresión, ansiedad, estrés, etc. que los hombres, lo cuales tienen una esperanza de vida más corta pero mayor calidad que las mujeres.

Esperamos que toda esta información sirva para que cada vez sea menos complicado entender a las personas con estas patologías, y darles más facilidades para entrar en el mundo laboral. Y que tengamos claro que debemos tener en cuenta que también existe desigualdad entre hombres y mujeres con respecto a las neurodivergencias.

Ojalá algún día entre todas y todos logremos acabar con el estigma y la invisibilizacion. Darse cuenta de que las personas neurodivergentes existimos, y podemos desempeñar nuestro trabajo tan bien como una persona que no sufre ningún tipo de trastorno. Apuesto por la diversidad social, por el aprendizaje, la ayuda, la empatía y la información sobre aquello que creemos desconocido.

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