En este medio hemos analizado en algunos artículos la socialización y la forma de expresión que esta lleva a cabo, cosa que es completamente independiente del género en cuestión. Pero algo que quizá hemos obviado es la naturalidad con la que interiorizamos ciertos roles según nuestra propia orientación, y cómo respondemos a estas relaciones interpersonales. Toda esta socialización, a menudo, conlleva que se perpetúen ciertos comportamientos abusivos que, lamentablemente, adquirimos del modelo relacional de Amor Romántico tóxico que nos enseñan desde que nacemos, donde uno (en relaciones hetero, el hombre) domina la situación y somete a la otra persona (en relaciones hetero, la mujer) a sus deseos, creando una dependencia y una situación de vulnerabilidad en la otra persona.
Este modelo relacional no es exclusivo de las relaciones heterosexuales, aunque poco se analiza la problemática de este modelo dentro de las relaciones no hetero. Creemos necesario dar cabida a analizar como la propia sociedad nos empuja a repetir los mismos modelos relacionales tóxicos, ya que dichos modelos le benefician al sistema patriarcal y capitalista. Pero no pretendemos que se de pie a olvidar que esto es violencia doméstica, ya que no existe una relación de poder respecto al género del agresor sobre el género de la víctima, pero pueden existir otras relaciones de poder muy diferentes en cuanto a la edad, la raza o el nivel adquisitivo, por poner algunos ejemplos. Aunque también hablaremos de la violencia de género que sufren las mujeres trans, porque difiere un poco respecto a la que sufrimos las mujeres cis: Al machismo de estas violencias, se suma la Transfobia estructural que sufre la comunidad.
La #Violencia no es exclusiva de las #relacionesheterosexuales ya que proviene de la interiorización de los sistemas de poder y los roles de violencia. es por ello que hay que hablar también de #ViolenciaIntragenero
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Roles en las Relaciones
Aunque ni los golpes, ni las repetidas humillaciones, ni las amenazas o el control enfermizo son fenómenos exclusivos de las relaciones heterosexuales, la violencia entre personas del mismo género se ha estudiado mucho menos, ya que hasta hace poco estos tipos de uniones no tenían ni siquiera reconocimiento legal.
Es muy común que en cada relación haya alguien que es más dominante, y a menudo este papel es representado por el hombre cuando se trata de una relación heterosexual, sin embargo no es exclusivo. Este modelo promueve una diferenciación del poder dentro de la pareja que puede acarrear un riesgo de violencia dentro de la propia relación, de hecho lamentablemente se dan estas situaciones. Estas relaciones en las que existe una diferencia entre quien es sometido y quien somete, parten del ideario que nos enseñan en nuestros dibujos animados desde que somos pequeñas, donde la princesa en apuros es dulce y sumisa ante su caballero andante, (incluso las últimas princesas que buscan no ser salvadas, siguen teniendo tintes de sometimiento al amor romántico a pesar de su fiereza contra el mundo.) Debemos comprender que todos los mensajes que nos llegan de la sociedad nos calan, aunque no obedezcamos a todos los designios que el sistema quiere de nosotras, y una de las cuestiones más importantes en torno a esto, es la problemática de caer en las mismas relaciones tóxicas que vemos en el machismo, siendo Lesbianas, Gays o Bisexuales.
Plumofobia
La Plumofobia es aquella discriminación que se da a menudo dentro de la comunidad gay, hacia los hombres considerados “Afeminados”, ya que se considera a la feminidad como algo propio de las mujeres, ergo estamos hablando de pura y dura misoginia interiorizada. Se discrimina a aquellos hombres que no se considera suficientemente hombres por tener comportamientos «femeninos», lo que conlleva a que se siga planteando la feminidad como una cosa negativa y no una parte intrínseca de la socialización de cualquier individuo, independientemente de su género.
La pluma es una de las reivindicaciones de las Nuevas Masculinidades, que luchan porque ser “Femenino” o “Masculino” no sea una cuestión de género, si no de expresión. La plumofobia en sí mismo supone una representación clara de la misoginia intrínseca a todos los hombres, independientemente de su orientación sexual. Rechazan a hombres «afeminados» porque relacionan la pluma como un comportamiento negativo al ser perteneciente a la mujer. Ser afeminado no es algo negativo, es una forma de expresión que lucha por reclamar la expresión como suya, sin prejuicios.
Asexualidad y Violencia
Una de las reacciones más comunes de quienes escuchan por primera vez acerca de la asexualidad es preguntar si acaso no se tratará más bien de una enfermedad o trastorno no diagnosticado. Esto se debe a la creencia de que el deseo sexual es algo natural y necesario para todos los seres humanos, como el sueño o el hambre. La comunidad asexual se enfrenta a comentarios bastante capacitistas de que visite a un terapeuta, se haga un chequeo hormonal, o pida un examen para comprobar si tiene un tumor cerebral porque la famosa serie de televisión House, extendió la idea de que la falta de deseo sexual puede ser causada por un tumor.
Esto podría parecer solo en una anécdota, una más de las formas en que la asexualidad se invisibiliza y se ignora, pero estos comentarios son respaldados y llevados a la práctica por profesionales médicos que pretenden «tratar» estos trastornos de asexualidad. Numerosas son las historias que llegan a las comunidades de personas asexuales a quienes médicos y terapeutas intentaron ayudar a “solucionar su problema”, cualquiera que sea el problema que hayan creído identificar. Como ya propiamente explica las compas en este artículo.
Es por todo esto que prácticamente no tenemos datos, pues es un tema que aún a día de hoy está muy invisibilizado e ignorado, nosotras ya hemos analizado la situación de esta comunidad en varios artículos especializados, que consideramos imprescindibles para poder comprender la problemática a la que se enfrenta la gente asexual. Sin embargo cabe destacar que una de las problemáticas más extendidas de esta comunidad son las violaciones repetidas por el simple hecho de que no sienten atracción sexual, pretenden «curar» la asexualidad a golpe de violación, cuestión que se repite en múltiples roles de poder y en las espirales de violencia que se dan en la violencia de género. Por supuesto, cualquier violencia acontecida contra esta comunidad, se ve aumentada cuando la víctima es una mujer, ya que a la violencia por ser asexuales, hay que sumarle la violencia machista.
Transfobia Sexual y Relacional
Dentro del colectivo LGTBA uno de los grupos más ignorados son las personas trans, tanto que la violencia que se ejerce sobre ellas y ellos pocas veces consta en las noticias o es tratada con todos los ingredientes de vulnerabilidad que existen (como el ingrediente de violencia de género cuando es una mujer trans). Es por ello que consideramos imprescindible contabilizar los datos de asesinatos a personas trans en la última década, desde 2008 hasta septiembre de 2018 se contabilizaron 2982 asesinatos a personas trans en todo el mundo, con un claro índice de violencia en Centro y Suramérica hacia esta comunidad.

Debemos destacar que la esperanza de vida de una Mujer Trans en España ronda los 50 años, que las mujeres trans tienen un índice del 80% de acabar siendo prostituidas debido a su 85% de paro.
Todas estas cifras son un claro índice de la vulnerabilidad de estas mujeres que en muchos casos sufren violencia de cualquier aspecto de sus parejas o exparejas, sin que esta violencia reciba la necesaria consideración de delito de odio.
«Es imperante que las autoridades lleven a cabo una investigación exhaustiva de éste y todos los casos similares y castiguen a los responsables para comenzar a poner fin a la impunidad que alienta y fomenta estos crímenes.”
Declaraciones de la ONU tras los últimos Transfeminicidios de México.
Además, Ophelia Pastrana activista por los derechos de las personas trans y una de las mujeres más influyentes según la revista Forbes en 2017, apunta que el principal problema de la invisibilización de la violencia contra las mujeres trans es el clasismo que existe. Pues no es tratada con la misma importancia una mujer trans que tiene cierta posición social, que aquellas que son asesinadas en situación de prostitución.
“Tiene mucha más visibilidad, ya que no es el cuento de otra prostituta asesinada, sino el de una mujer que salía adelante con su talento. Para las mujeres que hacen prostitución, se medio normalizó que lo van a pasar mal.”
Ophelia Pastrana respecto a la visibilidad del caso del asesinato de Alaska Contreras Ponce.
Las mujeres trans sufren una doble o incluso triple revictimización, porque a la doble revictimización que sufrimos las mujeres cis tras ser agredidas, se suma la violencia de negarles y arrebatarles su identidad después de haber sido asesinadas. Esta lacra es un hecho que debemos pelear por visibilizar y que resulta imprescindible hacerlo desde el feminismo. Las mujeres trans son mujeres, y como tales deben tener un espacio seguro en la lucha por la liberación de todas, un espacio que tenga en cuenta y visibilice la violencia que sufren por ser mujeres.
Índices de Violencia
Por ejemplo, una revisión de estudios publicada en 2014 por la Escuela Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern (Chicago), concluyó que entre el 25% y el 75% de las lesbianas, gays y transexuales han sido víctimas de violencia en la pareja. Sinembargo, estos datos no aclaraban si estas relaciones eran en entornos heterosexuales (recordamos que muchas de las personas LGTB, antes de relacionarse bajo estos términos, estamos en el armario y tenemos relaciones heterosexuales)
Socialmente la violencia parte de una situación de desigualdad entre las dos personas que confieren la pareja, por lo que hablaríamos de que no tiene por qué existir una relación opresiva entre las dos personas, pero no podemos decir que no hay dominación ni sumisión, ya que la realidad nos dicta que precisamente el problema es que se perpetúan actitudes heterosexuales de dominación y sumisión. Por eso, si para una mujer víctima de violencia de género ya es difícil aceptar la situación y denunciarlo o al menos escapar de la situación, en caso de estas víctimas puede ser aún peor.
Es lo que se llama «doble armario»: las víctimas tienen dificultades para reportar abusos porque esto requiere autoidentificarse como LGBT frente a unas autoridades en las que muchas veces no confían.
¿Por qué repetimos el mismo modelo tóxico?
En definitiva, las relaciones interpersonales obedecen siempre a un sistema socio cultural del que mamamos, y aunque sea de forma inconsciente, vamos a repetir exactamente los mismo roles que nos enseñan de deben existir en las relaciones para que sea «Amor Verdadero» ya que si te sales de esa norma, tus relaciones son tomadas como falsas o poco serias.

Y debemos ser consecuentes con nuestros actos, luchar porque cualquier modelo de relación sea sano y expulsar de nuestras relaciones las ideas tóxicas que benefician al sistema capitalista y cisheteropatriarcal. Cualquier persona es capaz de ejercer violencia sobre otra, sobretodo cuando median roles de poder de algún tipo (por raza, por discapacidad, por edad, por vulnerabilidad económica, etc.), y debemos ser consecuentes con estas cifras para poder eliminar esta lacra. No caigamos en la idea liberal de creer que porque escapemos de la heteronorma no va a haber violencia en nuestra relación. La hay en muchísimos casos, y debe ser visibilizada, sin olvidar que las razones de esta violencia son diferentes a las razones que existen para la Violencia de Género, y así evitar invisibilizar un problema tan acuciado como es el Patriarcado.
Bibliografía
-El drama del «doble armario», la violencia «invisible» dentro de parejas del mismo sexo.
–Transrespeto vs Transfobia en el mundo.
–La ONU alerta del asesinato de transexuales en México: 10 muertes en un mes y medio.
–Asexualidad y Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo: avances en el DSM-5 y críticas a la Flibanserina
¡Gracias por incluir la sección sobre violencia hacia la comunidad asexual! Pero si van a incluir una cita (casi) literal a mi publicación, me hubiera gustado que hubieran dejado en claro que era una cita (casi) literal. El editor de WordPress permite eso fácilmente.
Además, les recomendaría no centrarse en la violación como la principal y/o única violencia interpersonal a la que se enfrentan las personas en el espectro asexual. Por una parte, es algo que muches sobrevivientes nos han pedido que dejemos de hacer, porque en cierta forma es objetivizarles y utilizar sus historias para ganar argumentos políticos. Por otra, aunque hasta donde sabemos es cierto que los índices de abuso sexual* son más altos en nuestras comunidades, no es la única forma de violencia a la que nos enfrentamos, y aún en términos de violencia sexual, es más común escuchar historias de personas que tuvieron relaciones sexuales consentidas, pero no deseadas, a causa de la presión social y el discurso de que todas las relaciones sentimentales deben incluir un componente sexual, porque es lo obvio y natural.
* Nótese igual que no hay diferencias tan grandes entre los porcentajes de victimización sexual entre hombres y mujeres en esa encuesta.
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Pretendía decir básicamente lo mismo que ponías en tu artículo, por eso quizás parece una cita casi literal. Sí lo prefiere le pongo como cita y punto que tampoco tenemos problema, de todas formas tu artículo está abajo en la bibliografía enlazado
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Gracias por incluir a la comunidad asexual
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Tenemos más artículos sobre la comunidad Ace, tenemos compas que lo son!! 💜
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