Con motivo de la prevención del abuso sexual infantil, que se celebra el día 19 de Noviembre, desde Rebelión Feminista nos proponemos hablar de este tema tan silenciado, para dar a conocer la situación y las estadísticas con el objetivo de concienciar.
En el año 2000 se eligió el día 19 de noviembre como el día de la prevención del abuso sexual infantil porque al día siguiente (20 de noviembre) se conmemora el Día de los Derechos del Niño. Con esto, lo que se trata de hacer es mostrar los abusos que ejercen los adultos sobre niñas y niños mediante las relaciones de poder y aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de éstos. Pero este no es solo un problema de aquellos que abusan sexualmente de los niños (los cuales son los máximos responsables sin duda alguna), sino que hay una serie de factores que influyen en que esto ocurra y que, nosotros como sociedad, podemos y tenemos la obligación moral y ética de cambiar.
¿Cómo entienden la Autoridad los menores?
Desde pequeños les enseñamos a obedecer sin preguntar, sin darles explicaciones y les martirizamos con que a los adultos hay que respetarlos y hacerles caso por encima de todo. ¿Quién no ha escuchado alguna vez lo de «Ve a darle un beso a tus tíos» o ese tipo de «peticiones» de padres y madres a hijos e hijas? Esto puede influir (e influye) de forma grave a la hora de los abusos sexuales a niños y niñas. Porque en el momento en el que un adulto quiera aprovecharse de la inocencia de un menor, lo va a poder hacer, y nuestros hijas e hijos se van a callar, por miedo y por ese supuesto «respeto» a los adultos que les hemos inculcado. Y en muchos casos, no van a ver los abusos por creer que son otras de esas muchas cosas que tienen que hacer porque los adultos quieren, aunque no entiendan el motivo.
Los datos que tenemos sobre violencia sexual a los menores son realmente alarmantes. La mayoría de estudios sobre el abuso sexual infantil coinciden que, en su mayoría, las víctimas son niñas. Finkelhor señaló en 2005 que el porcentaje se sitúa entre el 78 y el 89%. En España, según un estudio de Félix López de 1994, un 23% de niñas y un 15% de niños menores de 17 años, han sufrido un caso de abuso sexual; y de éstos, un 60% no han recibido nunca ningún tipo de ayuda. Sin embargo, estos datos consideramos que están terriblemente anticuados, y sería necesario reanalizar la situación del Abuso Infantil en España para que no ocurran casos como el de Susana Guerrero.
Por otro lado, el Estudio de Naciones Unidas sobre violencia contra la infancia (2006),
menciona que una revisión de encuestas epidemiológicas de 21 países, principalmente países de ingreso alto y medio, halló que por lo menos el 7% de las mujeres (variando hasta 36%) y el 3% de los hombres (variando hasta 29%) afirmaron haber sido víctimas de violencia sexual durante su infancia. Según estos estudios, entre el 14% y el 56% del abuso sexual de niñas y hasta el 25% del abuso sexual de niños fue perpetrado por parientes, padrastros o madrastras.
«El número de denuncias por abusos sexuales a menores en España aumentó un 15,8% en 2016, pasando de 3.502 en 2015 a 4.056 durante el pasado año. Y todo ello teniendo en cuenta que el 85% de los casos no se denuncian, y de los que entran en el sistema legal, el 70% no llegan a juicio oral»
Informe por Save the Children bajo el título de «Ojos que no quieren ver.»
Basándonos en esta serie de datos, si el 85% de casos no se denuncian y en 2016 hubo más de 4.000 denuncias, quiere decir que tuvieron lugar alrededor de 27.000 casos de abuso sexual infantil solamente en España en 2016, de los cuales el 85% no fueron llevados a juicio (alrededor de 23.000 abusos no fueron denunciados). Además, en la mayoría de los casos, el abusador es un adulto del entorno, especialmente familiares.
Además de esto, la explotación sexual infantil y la trata de niños y niñas con fines de explotación sexual es la forma más extrema en que se manifiesta esta violencia. Supone la utilización de menores como mercancía sexual a cambio de dinero. Que el menor haya querido o no, no debería ser el centro del debate aquí, pues un menor no comprende hasta el mismo punto lo que es el consentimiento y, en muchísimos casos de situación de trata, no ha tenido ningún acceso a una educación sexual que le permita realmente decidir. Respecto a los delitos relacionados con la distribución y la tenencia de imágenes de abuso sexual infantil, señalar que en España en los últimos 5 años han sido arrestadas más de 1.200 personas relacionadas con estos delitos.
Cualquier forma de violencia sexual contra los niños y las niñas es un problema social que tiene consecuencias en su vida, en su entorno y en todos y cada uno de los contextos en los que el niño o la niña víctima se desarrolla. De ahí que los ámbitos para la intervención en la protección de los niños y las niñas contra este tipo de violencia incluyan, desde la familia y su entorno social, a los ámbitos educativo, sanitario y policial, así como el legislativo y de políticas públicas.
Consecuencias de los Abusos Sexuales durante la Infancia.
Estos datos deberían poner en tela de juicio nuestro criterio a la hora de escuchar a los más pequeños. Debemos tener en cuenta los traumas psicológicos que pueden desencadenar esta serie de abusos infantiles. Y las consecuencias de estos abusos son terribles en su vida tanto como niño o niña, como después en su vida como adulto.
Conclusiones
Por lo tanto, deberíamos cambiar la forma en la que educamos a nuestros hijos, para que no se callen ante estas acciones tan deplorables. Y ser conscientes de que es un problema que existe, que no es ajeno a nadie, y que es trabajo y obligación de todos nosotros acabar con ello. Debemos aprender a escuchar lo que los niños nos tienen que decir, y por supuesto, no callarnos ante ningún signo de abuso infantil, porque eso nos convierte en cómplices y parte del problema.
No les digas a tus hijos que calladitos están más guapos. Y no les fuerces a dar besos o cualquier tipo de acción afectiva si no sale de ellos. Enséñales que tienen derecho a expresarse, que estamos dispuestos a escuchar todo aquello que nos quieran decir. Y que les vamos a creer. Y denuncia. No te calles, no formes parte de ese 85%.
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