Cuando hablamos de violencia de género, no podemos olvidar que el maltratador a quien quiere hacer daño es a su mujer, y para ello utilizará los medios que considere oportunos. Y en demasiadas ocasiones, el foco de la violencia lo sufren los hijos.
Los menores no son víctimas de violencia de género como tal porque, a pesar de recibir la violencia en sí, ellos son el medio para hacer daño a otra persona: su madre. Y por tanto, en éste tipo de ataques hay que distinguir dos tipos de violencia: doméstica hacia los hijos, y además, de género hacia la madre. En estos casos, tenemos que hablar tristemente de infanticidios, ya que, como remarcamos desde todas las asociaciones feministas, un maltratador nunca será un buen padre y la justicia está fallando tanto a los hijos, que son asesinados por el simple hecho de hacer daño, como a la madre, la cual no puede hacer mucho más que mirar desde la distancia el final que sabe que llegará.
Homicidios infantiles. Deshaciendo mitos.
Que las mujeres matamos más a nuestros hijos es una de las mentiras más repetidas. Sin embargo, no hay datos sobre ese supuesto 70% de niños asesinados por mujeres y 30% por hombres. Según las estadísticas del INE las mujeres son las causantes de aproximadamente un 10% – o menos – de los homicidios totales en cifras anuales, por lo que se podría concluir que los hombres asesinarán a sus hijos más que las mujeres. No obstante, os exponemos los datos de forma detallada;
Desde 2013 han muerto, según INE, 102 niños hasta 2018, de los cuales 22 han muerto a manos de sus madres, 44 están relacionados con la violencia de género y el resto por otras causas, según el portal feminicidio.net, que cuenta no sólo los datos oficiales (que, como hemos adelantado, no reconoce a los hijos en la mayoría de los casos como parte de esa violencia estructural de género contra las mujeres), y el periódico El Mundo.
Por lo tanto, a la vista de los datos, los hombres asesinan el doble a sus vástagos. Es más, el 43% del total son asesinados a manos de hombres, el 36% por otras causas, y el 21% por mujeres. Tenemos ante nosotros, unos datos que nos dicen, que la mayor causa de muerte asesinato de pequeños y pequeñas, son los hombres.
Como podemos ver en la siguiente tabla extraída de INE existe más riesgo de sufrir un homicidio entre los 0 y 1 años y entre los 5 y los 10 años. Según feminicidio.net, de los 44 asesinados entre 2013 y 2018, 24 casos se encuentran de los 5 a los 10 años, siendo 6 los asesinados menores de 1 año.
El acceso al menor como parte de la tortura a la madre. SAP
Cuando, por parte del maltratador, el homicidio no es una respuesta que vaya a dar, tienen aún otra más cruel y dañina: los abogados que de forma torticera usan la psicología para desprestigiar a la madre, y los jueces que, lejos de querer hacer bien su trabajo, se pondrán de su parte porque «tiene derechos» a pesar de tener abiertos procesos de malos tratos contra la mujer. Y desgraciadamente, tenemos que hablar de esta práctica totalmente abusiva, retrógrada y machista que es calificar a los niños con un síndrome que ni existe, ni va a existir, ni las asociaciones de psicología más importantes del mundo tienen ni quieren tener dentro de sus manuales. Se trata del Síndrome de Alienación Parental.
Este punto no está detallado, pero Ana Isabel Bernal Triviño relata en este artículo toda la información necesaria para saber qué es, cómo «se detecta», porqué se utiliza y quién defiende esta pantomima.
Los niños tienen derecho a ser escuchados.
Desde Rebelión Feminista recalcamos que un maltratador nunca será un buen padre, que a los niños hay que escucharlos por encima de los adultos en casos de este estilo y que hay que dedicarles tiempo, puesto que si no, ocurren desgracias como las que ya estamos acostumbrados a escuchar: padres que violan a sus hijos y todo el entorno familiar lo sabe, pero protegen a éste último y, en este caso la niña, se tiene que enfrentar a todo el mundo y ponerse una grabadora en el calcetín porque si no, es su madre la que está «difamando» al padre.