Capacitismo gestacional: una forma de eugenesia

Antes de nada, dejar claro que cualquiera es libre de abortar por la razón que sea. No está a debate el derecho a abortar, sino que vamos hablar de la realidad capacitista detrás de la eugenesia. 

Hace unos meses realicé una encuesta en mi antigua cuenta de Twitter. En ella, preguntaba a la gente sobre diferentes patologías y si abortarían y el porqué. Y al final introducía algunas preguntas más controvertidas, sobre que harías si supieras que tu descendencia va a ser un asesino, un violador o un maltratador. No estaba comparando tener determinada patología con serlo, estaba señalando dos realidades sociales muy distintas pero con raíces similares. ¿Para qué? Bien, el motivo es sencillo.

Los resultados, aun circunscribiéndose a mis seguidores y a quienes alcanzaron sus retweets, me resultaron bastante descorazonadores. Las respuestas a la pregunta de «¿que harías si supieras si tu bebé será un maltratador?» fueron del estilo «lo tengo y lo educo para que no lo sea». Mientras tanto,  para las situaciones de diversidad, son que no quieren que sufra. Desde mi experiencia, el sufrimiento recibido por mi discapacidad, ha sido casi exclusivamente social. Es decir, resultado de lo inculcado socialmente y del trato discriminatorio a las personas discapacitadas.

Tengo dolores crónicos para los cuales ya existen tratamientos muy buenos, pero que no se prescriben porque son caros. No puedo realizar ciertas cosas por mis enfermedades, pero si me importa es porque me aleja de lo que me han dicho que es la normalidad. Mi familia ha tenido que luchar más por mí, cuidarme más, estar ahí. Pero de nuevo, es resultado de la poca inversión que se realiza para garantizarnos vidas dignas, resultado del capacitismo. ¿Acaso no podría haber tenido una vida mejor con ayuda estatal que asignara una persona especializada en mi situación? Mi madre hubiera podido vivir mejor, si hubiera tenido ayuda de alguien especializado. Con todo esto  quiero dejar de manifiesto que la problemática mayor de ser discapacitada, no es la patología en sí, lo es la sociedad en la que vivimos. Lo es que mis derechos no estén garantizados, que se nos ignore y se nos instrumentalice como se hace, que se ignore nuestras necesidades.

Está habiendo una eugenesia de lo que la sociedad considera insano, se está eliminando la diversidad, como tantas veces se ha eliminado a otros grupos. En muchas ocasiones hasta se nos esteriliza. En general, la decisión de que la persona se someta a la intervención parte de las propias familias, aconsejadas por el entorno educativo y sanitario, tal y como señalan desde CERMI. Incluso, la vicepresidenta del CERMI y del Foro Europeo de la Discapacidad, Ana Peláez, ha denunciado que, en ocasiones, existen instituciones que exigen «de forma informal» esta práctica como requisito para ingresar en ellas.

Las personas discapacitadas tendríamos una vida digna y plena si tuviéramos una sociedad sana y no capacitista. Una sociedad que tuviera en cuenta nuestras necesidades.  Con tu enfermedad aprendes a vivir, te adaptas a ella y ella muchas veces se adapta a ti. Los dolores crónicos, los obstáculos, las barreras físicas,.. tienen solución. Pero con la exclusión social, no se puede tener una vida.

La problemática de las personas diversas/discapacitadas no es nuestra patología. Es que el sistema nos tache de inservibles, hasta el punto de que nos esterilice y seamos testigos y víctimas de una eugenesia. Y es obvio que ser un maltratador/violador/asesino es un problema social. La encuesta la realicé como un experimento para compararlo con cuántas personas pensaban en adaptar la sociedad a las diversidades y no al revés. No he recibido ninguna respuesta de alguien que me diga «pues si mi descendencia es discapacitada, lucharé de su mano para que tenga la vida digna que merece tener». Preferían «ahorrarnos el sufrimiento» a renunciar a la sociedad capacitista en la que vivimos. Esto aplicado obviamente quien tendría otros bebés, no a quien simple y muy legítimamente no quiere, y teniendo en cuenta que muchas veces las condiciones económicas de las familias impiden que puedan sacar adelante a une niñe enferme. Pero esto último, sigue siendo producto de la desigualdad social, del clasismo y de nuevo, del capacitismo.

A esto lo he llamado  «capacitismo gestacional»,  que no deja de ser una forma en la que se aplica la eugenesia, pero sigo utilizándolo con afán didáctico y para visibilizar que se nos decide inútiles incluso antes de nacer, condicionando las decisiones sobre el aborto. Se nos decide erróneos. Y repito que aquí no esta a debate el derecho a abortar. Lo que está a debate es el hecho irrefutable de que si une niñe está enferme la sociedad no lo considera válide. Está a debate, de nuevo, el capacitismo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: